El último grupo de la escena del nuevo folk que ha sacado disco es Casapalma ─salió el 17 de noviembre─, el dúo cántabro integrado por Irene Atienza y Yoal Molina editan «Montañesas» (2023). Se trata de un proyecto nuevo de reciente creación; se encontraron en 2021, descubrieron afinidades y se dedicaron a hacer un trabajo de campo en su comunidad que ha desembocado en un álbum

─sale en formato físico de compact disc y cinta de cassette─ en el que han «resignificado y amplificado el imaginario folclórico montañés, conectándolo con producciones que lo acercan a frecuencias propias del pop alternativo o la electrónica experimental».

El segundo proyecto de los valencianos Eixa se llama «Endivina» (2023), se publicó a finales de septiembre ─debutaron con «Invisibles», en 2019─, el proyecto de Isabel Latorre ─compositora, cantante, pianista y acordeonista─ reúne a una banda de multi-instrumentistas con Esteban Rodrigo, Alonso del Corral y Gloria Aleza.

Desde el Museo Reina Sofía se ha impulsado el proyecto «Cancionero Popular» (Al Serano. Equipo 1821), producido y acompañado por Ruiseñora ─el proyecto de Atilio González y Elia Maqueda─, el objetivo del era que un grupo de jóvenes se preguntaran qué era eso del «serano». El resultado se ha publicado en disco, una colección de piezas de raíz tradicional.

Y completamos con el grupo madrileño Ombligo, el proyecto de Ángel Cáceres y Anika Sobrino, después de cinco años por espacio callejeros y escenarios, publican «Intrépido viaje a velocidad cero» (2023) donde plasman su pasión por la música «gypsy».

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