Investigadores del Labhuman de la Universitat Politècnica de València (UPV), el Hospital General de Valencia y la Unidad de Oftalmología Médica de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (FISABIO-Oftalmología Médica, FOM) han desarrollado un nuevo software para ayudar en la determinación del riesgo cardiovascular basado en el análisis de la imagen de fondo de ojo.
Esta aplicación, que se ha incorporado al estudio de las características vasculares del servicio de Pediatría del Hospital General de Valencia, facilita la medida de los vasos y permite a los clínicos obtener una información más completa, al tiempo que posibilita etiquetar características que pueden suponer un mayor riesgo cardiovascular cuando el niño alcance la edad adulta.
Un método con pruebas no invasivas para conocer el funcionamiento de los vasos del niño
El método de trabajo consiste en la realización al paciente pediátrico de varias pruebas no invasivas que, interpretadas en conjunto, ofrecen una aproximación de lo que está pasando en los vasos del niño.
Tal y como explica Empar Lurbe, jefa del servicio de Pediatría del Hospital General, "analizamos cómo es la onda del pulso -qué morfología tiene-, su velocidad y cómo retorna. Pero además, tenemos que conocer si existe algún tipo de alteración que podamos integrar dentro de todos estos parámetros para disponer de una información más real".
Una forma más de estudiar los vasos es la exploración del fondo de los ojos con un retinógrafo amidiátrico (que no necesita la dilatación de la pupila), que permite examinar la retina sin llevar a cabo ninguna intervención invasiva en el niño: "Buscamos saber el calibre de los vasos retinianos y su ángulo de bifurcación, porque esa información nos ayuda a entender cómo está circulando la sangre. Al medir los ángulos y las características del calibre de los vasos, podremos saber si la bifurcación distinta de un niño puede propiciar, a lo largo de los años, un aumento de la presión".
Simplifica las exploraciones y ayuda a personalizar la atención
Por su parte, Valery Naranjo, coordinadora científica del LabHuman de la UPV, añade que el software desarrollado "permite a los clínicos simplificar este tipo de exploraciones en su labor diaria y les ayuda a personalizar la atención en cada caso. Estos datos se incorporan a la valoración global del riesgo cardiovascular del niño".
Aplicación en la arquitectura microvascular retiniana de niños nacidos con bajo peso
El equipo de la UPV, la Unidad del Estudio del Riesgo Cardiovascular en Niños y Adolescentes del Hospital General y FISABIO-Oftalmología Médica trabajan ahora en la aplicación de este software para profundizar en la arquitectura microvascular retiniana de los niños nacidos con bajo peso.
Con tal fin, investigadores y pediatras están analizando la relación existente entre las medidas obtenidas en estos niños y enfermedades como la hipertensión y problemas cardiovasculares en la vida adulta, para conseguir un mejor conocimiento de este tipo de patologías.
Lurbe subraya que, como los niños con retraso en el crecimiento intrauterino "son los que tienen más riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares -ser hipertenso o tener diabetes tipo 2-, estamos midiendo si los vasos tienen bifurcaciones distintas en aquellos niños que han tenido retraso intrauterino con respecto a los que no lo han tenido".
Esta interacción entre ingenieros y pediatras tiene como objetivo final conseguir una mejora en la atención de los pacientes pediátricos, concluye Sandra Morales, investigadora del LabHuman-UPV: "La aplicación de nuestro sistema ayuda a establecer relaciones objetivas entre los diferentes vasos y a que los clínicos puedan detectar el riesgo de sufrir estas patologías en su fase más temprana. En definitiva, por lo tanto, favorece la definición de tratamientos más personalizados".
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