El primer premio es para la obra Game over, de Moisés Calero Andrés, estudiante de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura (ETSA). El segundo premio ha recaído en la obra Crash, de Ana Blaya Rodríguez, también estudiante de la ETSA, mientras que el tercer premio ha sido para Frágil, de la alumna Giulia Vittoria Canova, de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería del Diseño (ETSID).
Además, el jurado ha concedido dos accésits: uno para Marta Martínez Soriano, alumna de la ETSA, por la obra El día después, y otro para Pablo Díaz Guiñón, de la ETSID, por Ninguno de ellos necesita beber para ser como son.
Con este concurso, el Vicerrectorado de Alumnado y Servicios al Estudiante, junto con la Delegación de Alumnos, inician una serie de actividades preventivas dirigidas a los estudiantes de la UPV, con el fin de informar sobre los efectos nocivos del consumo irresponsable del alcohol.
Los trabajos seleccionados se plasmarán sobre la superficie de tres esculturas en forma de botella, que recorrerán las escuelas y facultades de los campus de Vera, Alcoy y Gandia para que sirva de llamamiento a la reflexión de los alumnos.
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