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Hasta 2020, el curso de la pandemia, cerca de mil estudiantes de la Universitat Politècnica de València se veían obligados a abandonar su titulación por falta de rendimiento. Era alumnado que no conseguía salvar alguna de las tres condiciones entonces establecidas en la Normativa de progreso y permanencia: aprobar al menos 12 créditos en el primer año universitario; superar el primer curso completo en los primeros dos años de estancia en la UPV, o aprobar a partir de segundo curso el 50% de los créditos de los que el alumno se ha matriculado.

Con motivo de las excepcionales circunstancias ocasionadas por la COVID-19, y la adaptación al sistema de docencia y evaluación no presencial impuesto en aquel curso, el Consejo de Gobierno de la UPV decidió en mayo de 2020 suspender temporalmente los artículos de esta normativa que pudieran suponer la desvinculación de los estudios del alumnado afectado.

“En dos años de no aplicación de estos requisitos, la UPV ha podido constatar la mejora que esta flexibilización ha supuesto”, indica la vicerrectora de Estudiantes y Emprendimiento Esther Gómez. “Por ese motivo, hemos aprobado hoy en Consejo de Gobierno una relajación definitiva del rigor y una rebaja de las exigencias que la UPV aplicaba a sus estudiantes y que se aplicará ya a los alumnos de este curso 2021-2022”.

A cambio, habrá un especial seguimiento al alumnado con menor rendimiento

Como contrapartida, la UPV impulsará el Plan Integral de Acompañamiento al Estudiante (PIAE+) para velar por el adecuado progreso de cada estudiante. Eso significa, entre otros, que se calculará el rendimiento académico de cada alumno –entendido como el cociente entre los créditos superados y los matriculados–, y quien no supere el umbral del 35% recibirá un asesoramiento individualizado.

Pero, además, la UPV considerará más situaciones excepcionales, como pueden ser las circunstancias personales, sociales o económicas que pueden influir negativamente en el rendimiento cuando el alumnado recurra a la Comisión de Permanencia y Evaluación por Curriculum. Y concederá más matrículas parciales siempre que existan motivos como la actividad laboral, la práctica deportiva de alto nivel, las necesidades educativas especiales, las responsabilidades familiares, las labores de representación estudiantil, la participación en grupos de Generación Espontánea, cuestiones económicas…

“Al final, se trata de conciliar una mayor flexibilidad para el estudiante con la garantía de la calidad y eficiencia de las enseñanzas que nos marcamos en la UPV, de manera que se obtenga un equilibrio entre ambas necesidades que pueda beneficiar a todas las partes”, ha expresado la vicerrectora Esther Gómez.