Especial Shell Eco-Marathon - Día 3

''Conforme venías hacia el box, me recordabas a Niki Lauda''. Quien lo dice es Dani; se dirige a Alessandro, que se acerca al box del equipo con un folio en la mano. Es el trazado del circuito de Brooklands; en él ha marcado varios puntos estratégicos, algunos con un círculo, otros con una cruz. Los primeros son los posibles puntos de arranque del motor; los segundos, aquellos en los que tendrá que pararlo. Y es que la clave de la competición está ahí, en acelerar sólo en los puntos estratégicos del histórico trazado y rodar con el motor apagado en el resto del circuito, dejándose llevar. Zenone tiene bien estudiado el circuito. A lo largo de todo el día, algunos de los que ya han circulado por él, comentan en el box las dificultades del trazado y ofrecen algún que otro consejo. ''Es un circuito exigente, pero en el que se puede rodar muy bien'', asegura Alessandro, ataviado con ese mono rojo que en el box recuerda a Andreas Nikolas Lauda. Está preparado para salir. Todo depende de cómo responda en unas horas el IDF19.

"C'est le marathon, patron"

Después de casi veinticuatro horas de intenso trabajo, llega el momento clave. Desde ayer por la tarde, el equipo ha cambiado el cigüeñal por uno nuevo, ha vuelto a ensamblar el motor, incluso ha tenido que soldar un piñón. Llega el momento del test; son las 13.57 horas. ''Tráeme el manómetro. Batería puesta. Alguien que coja el hombre muerto. Cargamos mapa''. En el box ''solo'' se oye el rugido del motor. El primer arranque no hace ser muy optimista. El segundo intento lo confirma, porque ni siquiera arranca. El cigüeñal ha vuelto a doblarse a pesar de las modificaciones hechas en el avance del motor, con las que cambiaron la posición del pistón. ''Coged el motor estándar y montadlo. Alessandro, sácate el mono''. El IDF19 no rodará hoy. Vicente resume la situación así. ''C'est le marathon, patron''. Efectivamente, como decíamos ayer, así es la Shell Eco-Marathon.

Pero la maquinaria no para. ''Si esto te pasa en un equipo sin recursos, si vienes a la competición sin todo lo que tenéis aquí, ya podríais recoger'', le dice el jefe del equipo del IES Leonardo da Vinci (Alicante) a Carlos, mientras este trabaja ya a destajo con el cigüeñal. Y así es: el box del IDF19 está lleno de recursos. Los volverán a poner todos sobre la mesa -y sobre el IDF19- durante toda la tarde.

Hasta que cae el sol, Matías, Ismael, Alessandro, Sergio, Mar, Carlos, Alejandro, Juan, Daniel y Vicente no paran. Reciben la ayuda de viejos compañeros de la competición. Algunos de ellos, como el manager del equipo del IDF, llevan 14 años seguidos viniendo, aprendiendo y divirtiéndose en la Shell Eco-Marathon. Los hay incluso que llevan 23, como Santiago, del IES Alto Nalón (Barredos, Asturias). ''La Shell Eco-Marathon es un auténtico máster acelerado'', aseguran.

Y las clases continúan ahora en el box de la Universidad Técnica de Estambul, que cede al equipo del IDF un torno para mecanizar un pistón. La operación la lleva a cabo Federico, miembro del equipo de la Universidad Miguel Hernández (UMH) y profesor de mecanizado en Secundaria. El objetivo es reducir la altura del pistón, bajando así la relación de compresión en la cámara de combustión. Todo para evitar que el cigüeñal vuelva a doblarse. Esto es también la Shell Eco-Marathon. Hay competitividad, sí; pero por encima de todo está el compañerismo entre equipos. El del IDF vuelve a su box para montar el motor con el nuevo pistón e instalarlo en el vehículo. Acaban a las 22 horas, con el circuito ya cerrando las puertas.

El mono del Niki Lauda del IDF ha tenido que esperar, pero en unas horas Alessandro se lo volverá a enfundar, para salir ya a pista. La aventura continua.

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