Expertos nacionales e internacionales del máximo nivel de la industria de los chips microelectrónicos y fotónicos se han reunido en la Universitat Politècnica de València (UPV) para debatir sobre el presente y futuro del sector durante la Jornada Micronanofabs NTC-PERTE CHIP que ha tenido lugar en la Ciudad Politecnica de la Innovación de la UPV.
En ella, junto a la presentación de las nuevas capacidades de Micronanofabs NTC-UPV realizada por su director, Javier Martí, han tenido lugar dos mesas redondas y la charla de María Marced, presidenta en Europa de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), el mayor fabricante de chips del mundo.
Pese a reconocer que este año está siendo “un poco difícil”, Marced despejó cualquier atisbo de duda sobre el futuro del sector: “El mercado se ha contraído como consecuencia del crecimiento exacerbado de los últimos 3 años. El COVID hizo que todo el mundo trabajase en casa, lo que disparó el consumo de pc, tabletas, móviles… Por eso ahora se ha dado esta situación de contracción, pero el futuro del sector es brillante. De hecho, se espera que para 2030 se haya doblado el mercado. ¿Por qué? Porque toda la industria está embarcada en la digitalización y los serviconductores son su carburante”.
En esa línea, Javier Martí hizo hincapié en la importancia de Micronanofabs NTC UPV, una infraestructura científica tecnológica singular (ICTS) surgida en 2014 y financiada por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades que lleva trabajando en el ecosistema de los chips fotónicos “desde mucho antes de ser reconocido como ICTS”.
“Lo que hacemos”, concretó Martí, “es ofrecer servicios tanto a universidades/centros de investigación como, últimamente cada vez más, a empresas que nos solicitan la fabricación de chips. Hay una necesidad, porque la fabricación de este tipo de tecnologías es muy cara, y nosotros somos una infraestructura abierta que ofrece servicios y dinamiza el ecosistema de chips fotónicos para fomentar su crecimiento, tanto a nivel científico como a nivel industrial”.
Por su parte, Jaime Martorell, comisionado especial del PERTE CHIP, destacó el crecimiento español en el sector, así como las oportunidades que se abren fundamentalmente en el campo de la fotónica y las tecnologías cuánticas.
“Es un área que debemos de fomentar y para eso está el PERTE CHIP, para ayudar a desarrollar nuestro ecosistema y ponernos al mismo nivel que mercados como Estados Unidos y Asia. Este es un mercado global y hemos de reforzar nuestras capacidades de fabricación y, sobre todo, de desarrollo en ciertas tecnologías para, aunque formemos parte de este ecosistema mundial, no depender de otros países”, concluyó.
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