Faraday Rocketry UPV, el equipo formado por 46 estudiantes de la Universitat Politècnica de València (UPV) dedicados al diseño, fabricación y lanzamiento de cohetes sonda, ha presentado oficialmente su último proyecto, Skybraker, con el que representarán a la UPV en el European Rocketry Challenge (EuRoC), el campeonato europeo de cohetería.
Fabricado íntegramente en la UPV y basado en una arquitectura modular, Skybraker incorpora un motor cohete de diseño propio, un sistema de aerofrenado, una aviónica modular que lo controla durante el vuelo, un innovador sistema de eyección de paracaídas mediante dióxido de carbono y nuevas técnicas de fabricación.
Con un discurso repleto de ambición pese a enfrentarse a presupuestos mucho mayores en la competición, el director ejecutivo de Faraday Rocketry UPV, Guzmán Marchesi, ha explicado los motivos por los que “46 estudiantes de la UPV estamos desde las 7, 8 de la mañana hasta las 10, 11, 12 de la noche o 1 de la madrugada trabajando en el taller”.
“El sector espacial está creciendo a un ritmo increíble, y en los próximos 5, 10, 20 años, va a ser una de las principales industrias del mundo. Lamentablemente, escuchamos que Europa, en este contexto, se está quedando atrás. El año pasado, 2024, se lanzaron 264 cohetes al espacio, de los cuales apenas 3 fueron europeos. Da para pensar… pero cuando se dicen estas cosas, hay algo que se escapa, y es el quién. ¿Quién va a poner en los próximos 10, 20, 30 años a la industria europea a la cabeza del sector? Nosotros lo tenemos muy claro: nosotros. No ya como Faraday, sino nosotros como estudiantes de la UPV, como jóvenes y como futuros ingenieros”, ha afirmado Marchesi.
“Queremos convertirnos en la primera universidad de Europa en llegar al espacio, y este cohete va en esa dirección. Creemos tener, en la UPV y en España, todas las capacidades para competir en un escenario europeo contra las mejores universidades del mundo, que llevan años de desarrollo y tienen muchísimo más presupuesto que nosotros. Nuestra mentalidad es, si llegas a Faraday, déjalo cuando salgas lo más alto posible. Si te encuentras un equipo de electrónica, al marcharte, deja uno muchísimo mejor, y hazlo propio, hazlo tuyo. Queremos transmitir a todos los jóvenes de la UPV, de España y del mundo esa mentalidad, si vamos subiendo escalones, llevaremos poco a poco a nuestra universidad, y a nuestro país, a lo más alto”, ha añadido.
“Skybraker es fruto del trabajo de muchos estudiantes de muchos cursos, que aprendieron que la ingeniería no solo se estudia, sino que también se vive”, ha señalado durante la presentación Luna Marhuenda, directora técnica de Faraday Rocketry UPV.
“Al final, cada pieza, cada cálculo, cada simulación, cada línea de código tiene a muchas personas que creyeron en algo que otros veían imposible. Skybraker representa que la innovación no depende de un presupuesto millonario, sino de toda esta gente que está dispuesta a equivocarse 100 veces con tal de acabar acertando”.
Y en ello están. Con la confianza de miles de horas de trabajo de todo el equipo, y reforzados por el hecho de ser el único equipo español seleccionado en la edición con más solicitudes de la historia de EuRoC.
Skybraker, que concentra el desarrollo tecnológico de los últimos dos años del equipo y es una versión actualizada de Rompetechos, el cohete lanzado el pasado 6 de agosto desde el Atlas Flight Test Center de Villacarrillo -ensayo que permitió validar toda la tecnología –, se enfrenta a un nuevo reto.
En 2023, con otro presupuesto muy inferior al de sus competidores, Faraday Rocketry UPV se alzó con el premio de vuelo, convirtiéndose en el primer equipo en obtener este galardón y, al mismo tiempo, en el más joven de la historia de la competición en lograrlo.
Ahora, quieren volver a superarse. De nuevo, están listos para subir otro escalón.
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