¿Es justa la afirmación que sostiene que la juventud actual es abúlica y descreída? Las generalizaciones suelen ofrecer una visión simple y reduccionista, y como muestra de ello tenemos el congreso anual de Generación Espontánea (vídeo). En su tercera edición se involucraron a fondo 52 de los 60 equipos diferentes que participan este año, con el objetivo de visibilizar los avances de sus proyectos y demostrar el talento y las ganas de aprender que caracteriza a este alumnado. Definitivamente, esta representación juvenil con ADN UPV rompe muchos clichés.
A lo largo de la jornada, las escuadras mostraron los prototipos en los que llevan trabajando desde hace meses o sobre los que basan sus proyectos actuales (y que quieren mantener en secreto). El Paraninfo y sus alrededores se llenaron de vehículos y artilugios a cada cual más llamativo: desde drones hasta motocicletas de competición o robots, pasando por brazos robotizados que sustituyen a prótesis y videojuegos.
Para Santi Chico, estudiante de Ingeniería Aeronáutica y miembro del equipo Faraday Rocketry UPV: “Generación Espontánea me permite conocer a gente estupenda no sólo de mi propio equipo y, sobre todo, aplicar cosas de la carrera que son difíciles que trasciendan de lo teórico. Sin obviar la oportunidad que tenemos de trabajar en equipo como si fuéramos una empresa”. De manera muy resumida, Faraday Rocketry UPV es un grupo enfocado al diseño, desarrollo y construcción de cohetes sonda que permitan el estudio de la atmósfera superior.
Por su parte, María Antón, del equipo Plutón UPV, sostiene que participar en Generación Espontánea le ha permitido adentrarse en lo que más le interesa: el mundo del espacio. “He adquirido muchos más conocimientos de los que tenía gracias a los talleres y otras formaciones que he recibido”. Su proyecto consiste en diseñar y construir nanosatélites.
“Uno de los pilares que caracteriza a Generación Espontánea es que es un proyecto impulsado principalmente por los y las estudiantes de la UPV”, destacó la secretaria autonómica de Universidades de la Generalitat Valenciana, Esther Gómez. Una característica que también subrayó en su discurso el rector de la UPV, José E. Capilla.
“En este programa hay equipos que tienen mucha visibilidad, por diferentes motivos, pero también hay otros más discretos. Todos son igual de importantes, y todos persiguen el gran objetivo de permitir al alumnado tener acceso a una formación integral y complementaria que no existe a este nivel en otras universidades”, defendió Capilla.
Generación Espontánea surgió en 2014, por lo que este año cumple su décimo aniversario. Sobre su futuro el rector Capilla comentó que “a pesar de que goza de una extraordinaria salud, estamos trabajando para aumentar sus recursos a través de diferentes líneas, como facilitar al alumnado más espacios o conseguir incrementar el número de empresas colaboradoras”.
Sobre esto último se refirió Nacho Mas, CEO de la asociación Startup Valencia, al remarcar que “para las empresas es muy importante que en las universidades se desarrollen proyectos de estas características no sólo por los resultados que cosechan, sino porque se va infundiendo en el estudiantado una cultura emprendedora que complementa las líneas de estudio oficiales”.
En la edición de este curso del programa Generación Espontánea participan algo más de 2000 estudiantes de la UPV, integrando los 60 diferentes equipos que tienen actividad en la actualidad. Ser parte de uno de estos conjuntos es la mejor forma para poner a prueba e impulsar los conocimientos que se aprenden tanto en el aula como fuera de ella.
Además, supone formar parte de una comunidad basada en el aprendizaje, cuyo lema es el de “aprender haciendo”, y su filosofía la de compartir ideas y opiniones de forma respetuosa dentro de un equipo multidisciplinar. En conclusión, todo lo opuesto al pasotismo que, en ocasiones, se achaca erróneamente a la juventud.
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