El valenciano Benjamín Lafarga, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos formado en la Universitat Politècnica de València, ha obtenido el Premio Harding 2021 otorgado por la Sociedad Británica del Tunel (British Tunnelling Society), por su aplicación del diseño paramétrico en la remodelación de la estación del metro de Euston de Londres. El galardón se otorga a ingenieros e ingenieras menores de 33 años que hayan realizado una contribución con impacto significativo en el futuro de la industria del túnel y está dotado con 500 libras.
Los tres jóvenes finalistas del concurso defendieron públicamente su propuesta, en un acto que este año re realizó online y que aún puede verse en YouTube; Lafarga competía contra las ingenieras Cate Anthony y Christina Trigle.
La presentación del valenciano, titulada: Implementación del diseño paramétrico en la industria del túnel: trabajos de habilitación de ventilación y subestación de la estación Euston HS2, desarrollaba su contribución a un nuevo concepto de diseño que aumenta la velocidad del modelado y disminuye el trabajo perdido, al tiempo que aumenta la calidad y las posibilidades de seguimiento. “En un proyecto es habitual tener que ir adaptando el diseño inicial a diversas condiciones. Con mi concepto, lo que se consigue es programar el diseño geométrico de la estructura en función de unos parámetros; de esta forma, las modificaciones no tienen que calcularse cada vez, sino que se hacen automáticamente a partir de los parámetros predefinidos”, explica Benjamín.
Su propuesta se ha utilizado en el diseño de los túneles y pozos que remplazarán a infraestructuras demolidas en la estación de Euston del metro de Londres y ya se está utilizando en otros proyectos.
Benjamín Lafarga empezó su trayectoria internacional cuando aún estudiaba en la UPV, gracias a un contrato Erasmus Prácticas en la empresa Mott MacDonald, con el que desarrolló su Trabajo Final de Carrera en 2013, en la República Checa. “Al año siguiente mi tutor de prácticas me dijo que había posibilidades de contratarme y volvía a Praga con un contrato fijo”. Más tarde, aún en Praga, continuó su carrera profesional en una empresa suiza para finalmente volver a Mott MacDonald, esta vez en Londres.
“Estoy muy contento, porque participo en todos los proyectos importantes, es una empresa muy grande con profesionales expertos que me permiten aprender a diario”. Benjamín sí considera volver a España en algún momento, “pero volver bien”, por lo que ahora prefiere seguir creciendo profesionalmente en su empresa.
El joven ingeniero se presentó al premio por consejo de su empresa: “En la cultura inglesa las empresas quieren ser visibles y participan en todos los eventos y certámenes. Para este premio pensaron en que yo me presentara; es algo positivo para ti como profesional y también para tu compañía”.
Para Lafarga, haber recibido el Premio Harding es un impulso para seguir mejorando: “Este reconocimiento me anima a conseguir nuevos retos; las otras dos presentaciones también fueron muy buenas, hay profesionales muy preparados en este sector. Además, nunca había ganado nada y la alegría de mi familia y amigos me ha hecho bastante ilusión”.
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