Para la verificación del sistema, la UPV ha seleccionado una empresa auditora que cuenta con una gran experiencia en la gestión de proyectos relacionados con las tecnologías de la información y comunicación. Está especializada en los aspectos jurídicos y tecnológicos de la seguridad de la información. Presta servicios de consultoría en relación con la implantación de sistemas de gestión documental y de herramientas de administración electrónica.
Esta empresa ejerce el rol de auditor en el proceso de voto electrónico: verifica el correcto funcionamiento de las infraestructuras tecnológicas y el software específico de voto electrónico, y asesora a la Junta Electoral, aclarando aquellas cuestiones relacionadas con la seguridad de la información que puedan ser necesarias.
Previamente a la celebración de las elecciones, la empresa aditora valida la seguridad de los mecanismos de identificación de los electores, así como de la emisión, firma y cifrado de los votos. Igualmente ratifica la integridad y confidencialidad de la urna electrónica donde se custodiarán los votos; los mecanismos utilizados para controlar el momento en que se autoriza el recuento de los votos; las garantías sobre el secreto del voto, así como el comportamiento de la plataforma mediante un paquete intensivo de pruebas en los entornos de preproducción.
Es responsabilidad del auditor comprobar los planes de contingencia previstos en relación con las posibles incidencias que se puedan producir durante la jornada electoral; validar la correcta carga de los datos de configuración (censos electorales, papeletas y candidaturas, información de los administradores y custodios del proceso electoral).
Durante la votación, el equipo auditor verificará la disponibilidad continuada de la plataforma, en los términos que se hayan previsto, y la correcta ejecución de los procesos de apertura de las urnas electrónicas y autorización del recuento.
Al terminar, la empresa auditora verificará que no se han producido incidencias en el proceso de emisión de los votos telemáticos; que todos los votos han sido correctamente contabilizados, sin pérdidas ni alteraciones; que no se han producido irregularidades en el proceso de recuento y que, por tanto, el resultado se corresponde correctamente con el sentido de los votos emitidos por los electores.
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