Un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología Química (ITQ, centro mixto creado en 1990 por la UPV y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y el sincrotón ALBA (infraestructura emplazada en el campus de la Universitat Autònoma de Barcelona, en funcionamiento desde mayo de 2012 dando servicio a más de 1.000 científicos al año, y que consta de un complejo de aceleradores de electrones para producir luz sincrotrón, que permite analizar la estructura y propiedades de la materia), ha resuelto la estructura de una nueva zeolita microporosa, bautizada como ITQ-52, que podría tener aplicaciones en la alquilación de compuestos aromáticos o la separación selectiva de hidrocarburos.
Según explica Fernando Rey, investigador del ITQ, "podría aplicarse para obtener gasolina de más calidad". Las zeolitas son materiales cristalinos con una estructura de pequeños poros regulares que permiten la entrada de moléculas en su interior y, por lo tanto, en función de su topología, el desarrollo de reacciones químicas.
Tal y como explica José Luis Jordá, científico también del ITQ, "la estructura actúa como un tamiz, dejando pasar solo aquellas moléculas que sean más pequeñas que los poros". Por ello, las zeolitas son de uso habitual en procesos catalíticos y tienen gran impacto en industrias como la petroquímica, la química fina o la separación de aire.
Para resolver la estructura de la zeolita ITQ-52 se llevaron a cabo experimentos de difracción con alta resolución en la línea de luz 04-MSPD del Sincrotrón ALBA. En esta investigación, los científicos del ITQ han sintetizado esta nueva zeolita utilizando cationes de aminofosfonio como agentes directores de estructura orgánica para controlar el tamaño y la forma de los poros. Así, han obtenido la principal conclusión del estudio, demostrar que los cationes de aminofosfonio son efectivos para crear nuevos catalizadores zeolíticos con propiedades mejoradas.
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