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120 estudiantes de 4º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y 1º de Bachillerato, procedentes de muy diversas zonas de España, participan durante este mes de julio en el Campus Científico de Verano organizado conjuntamente por la Universitat Politècnica de València (UPV), la Universitat de València (UV) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Divididos en grupos semanales de 30 estudiantes, los participantes han tenido que elegir entre cuatro propuestas diferentes de talleres y actividades: "Criptografía: cómo usar las matemáticas para entendernos", "La química: fuente inagotable de soluciones para la salud y el bienestar", "Tecnología y física médicas: la innovación al servicio de la medicina" y "Un viaje fantástico con los pies en la física".

Expedientes con medias superiores a 9

Finalizada la primera semana, la valoración de su inmersión en laboratorios científicos es muy positiva. "Lo mejor de la experiencia es cómo nos han tratado", explica Debla Blanco, estudiante del instituto Kursaal, de Algeciras: "Nos han cuidado como si fuéramos muy valiosos. Nos decían 'si habéis llegado hasta aquí es que sois unos portentos'". Y es cierto. No en vano, todas y todos poseen expedientes brillantes por encima del 9 de media.

La selección de los alumnos corre a cargo de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), a partir de los siguientes criterios: sus calificaciones, el orden de preferencia de cada solicitante y la disponibilidad de plazas en cada turno, campus y proyecto. Posteriormente, el diseño de las actividades es responsabilidad de la UPV, la UV y el CSIC.

"Se hace corto"

"Lo malo es que se hace corto", se queja Rafael Guzmán Rodríguez, del colegio Los Olivos de Málaga. "Debía durar, al menos, dos semanas". Y es que los todos los participantes han valorado especialmente la posibilidad de compartir una semana con personas que disfrutan con la ciencia y tecnología. Y es que la UPV abre durante este Campus las puertas de sus centros de investigación más avanzados, lo que ha permitido a los estudiantes visitar lugares tan emblemáticos como el Instituto de Tecnología Química (ITQ) -donde lleva décadas trabajando Avelino Corma, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2014- y conocer proyectos punteros.

"Era tal cual nos lo imaginábamos", concluye Rafael Guzmán con una gran sonrisa tras una semana que les ha permitido acercarse a la labor desarrollada por los científicos, sus técnicas de trabajo, la obtención y el análisis de datos o la difusión de los resultados, aspectos que forman parte de la labor diaria de un investigador.

La única iniciativa que perdura desde el nacimiento del proyecto hace 9 años

"Este programa es ya una marca consolidada", señala Rafael Crespo, coordinador del Campus Científico de Verano por la UV. De hecho, de todas las iniciativas presentadas, la del VLC/Campus "es la única que ha perdurado a lo largo de sus nueve ediciones, porque tiene un impacto real y una elevada valoración social", ha subrayado Alberto Conejero, responsable UPV del proyecto.

Y es que esta novena edición, la iniciativa, de carácter nacional, se ha visto reducida drásticamente: de las 17 propuestas presentadas por las universidades y aprobadas en 2017 solo quedan 10 un año después. Entre ellas, la de Valencia, que sigue vigente gracias, en gran medida, a la excelente puntuación que el proyecto recibe, año tras año, del Ministerio. Una valoración sensacional que corroboran quienes la disfrutan cada mes de julio: los mejores estudiantes.

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