El ascenso está siendo meteórico. No nos referimos a la trayectoria de esta joven titulada por la UPV (que también), sino al recorrido de Un bany propi, el primer largometraje de Lucía Casañ como directora. Esta cinta abrirá la 39ª Mostra de València Cinema del Mediterrani el 24 de octubre en el Palau de la Música, y optará al máximo galardón, la Palmera d'Or.
Previamente, en mayo, compitió en la categoría principal del Festival Internacional de Cine de Shanghai (SIFF), el único de China con categoría A de la FIAPF. Así pues, cuenta ya con dos ‘pantallas’ de enorme prestigio para calibrar la calidad de esta ópera prima y el talento, detectado precoz y merecidamente, de su creadora.
Lucía Casañ se graduó en Comunicación Audiovisual por la Universitat Politècnica de València en 2018. Su trayectoria académica le valió el premio de Mejor Estudiante de la Escuela Politècnica Superior de Gandia (EPSG) que concede el Consejo Social de la UPV. Dos años después finalizó el Máster en dirección cinematográfica por la ESCAC y en 2022 fue seleccionada en el Campus Málaga Talent del Festival de Málaga para desarrollar, precisamente, Un bany propi.
Esta titulada UPV es la primera en reconocer que no se esperaba que su primer largometraje llegara con solo 28 años: “evidentemente no lo esperaba. Mi carrera está siendo precoz y poco heterodoxa, fruto de una serie de circunstancias que han posibilitado este proyecto, como conocer a fondo el funcionamiento del sistema de ayudas públicas o el estallido de la pandemia de covid-19, que me permitió disponer del tiempo necesario para escribir y abordar la película”.
Un bany propi cuenta la historia de Antonia, una ama de casa de sesenta y cinco años con una vida aparentemente convencional, pero que, en realidad, encierra un secreto: su obsesión por los cuartos de baño. En ellos, Antonia da rienda suelta a su verdadera vocación, ser escritora, lo que le permite escapar de la monotonía vital. Efectivamente, la trama y el título evocan al libro de Virginia Woolf Una habitación propia, pero la perspectiva de la película con respecto al ensayo es diferente: “Los escritos de Antonia son cuentos, con un lenguaje muy asequible y con el recurso del humor”, puntualiza Casañ.
Un bany propi es una película “necesaria” en estos tiempos, remarca su directora, y añade: “el uso que hacemos del espacio, tanto público como privado, o la dificultad para acceder a una vivienda son cuestiones actuales que invitan a la reflexión. Ambas están presentes en la obra, junto a la necesidad de reivindicar nuestro propio espacio desde el punto de vista de lo público”.
La versión original de la película, producida por PTMedia y con distribución a cargo de Begin Again Films, es en valenciano, si bien en la trama se alterna el valenciano y el castellano, “tal y como sucede en la ciudad de València”. Al respecto (elaborar el guion en valenciano), Casañ opina que “ahora en España es más fácil la distribución en idiomas cooficiales, porque las plataformas están obligadas a incluir películas en valenciano, vasco o gallego en su catálogo. La exhibición en salas es algo más compleja, aunque la gente acude cada vez más a ver películas en VO”.
Un bany propi competirá con otros 11 largometrajes por conseguir la Palmera d’Or dentro de la Sección Oficial de la Mostra, es decir, el máximo galardón del certamen, dotado con 45.000 euros. Además del 24, se proyectará los días 25 y 26 de octubre en los cines Babel. El recorrido de esta cinta se concentra este año en los festivales y el próximo dará el salto a las salas comerciales. Sea como sea, conviene no perder de vista la carrera de Lucía Casañ. Su segundo largometraje, Bypass, está ya en fase de desarrollo, mientras concluye el guion del tercero: Vamos a contar mentiras. ¿Quién da más?
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