28 cámaras infrarrojas estratégicamente ubicadas y calibradas graban los movimientos realizados por actores vestidos con un traje especial lleno de constelaciones. Optitrak, un sistema utilizado por empresas como Nike o Disney permite capturar esos movimientos y generar animaciones y avatares 3D de un gran realismo y, finalmente, dos dispositivos de grabación facial recogen los gestos de la cara de los actores para su integración en los personajes 3D. Estamos en el interior de una sala única en las universidades españolas y una de las pocas con estas características en todo el país. Se ubica en el LabLeni-I3B de la Universitat Politècnica de València (UPV).
En él se desarrollan proyectos de gran impacto en múltiples campos, desde el diagnóstico clínico hasta el liderazgo industrial o la psicología. En todos ellos, hay factor en común: la necesidad de integrar personajes en ciertos entornos, de manera digital, para dotarles de movimientos naturales.
Mariano Alcañiz, director del LabLeni-I3B de la UPV, explica que ello “es fundamental para dar realismo a personajes que forman parte de un entorno virtual y generar así presencia social y reacciones similares a las que se producen en la vida real. Para generar emociones, son muy importantes el realismo y la naturalidad en los movimientos físicos y corporales de los avatares. Y ello es posible en nuestras instalaciones”.
Utilizando Optitrack, el equipo del LabLeni-I3B de la UPV trabaja en el desarrollo de entornos virtuales que faciliten, por ejemplo, la detección temprana del autismo en niños, así como la mejora de las habilidades sociales en pacientes diagnosticados.
Según apuntan los investigadores de la UPV, en este campo, la capacidad de interpretación de las emociones supone un elemento de gran importancia. Para conseguirla, el sistema Optitrack permite generar situaciones sociales con distinta carga emocional, a través de la animación de avatares, en las que es posible observar y analizar las respuestas de los niños ante diferentes contextos sociales.
“La naturalidad de los movimientos corporales y el realismo de las expresiones faciales de los personajes suponen un factor clave para evocar reacciones naturales en estos niños, y en esta sala podemos conseguir avatares con un altísimo grado de realismo, lo que ayuda a diagnosticar y tratar de un modo más eficaz y preciso el Trastorno de Espectro Autista (TEA)”, concluye Alcañiz.
La sala cuenta con el apoyo de la Unión Europea a través del programa FEDER de la Comunidad Valenciana 2014-2020 (IDIFEDER/2018/029).
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