Este mes hemos tenido la visita de Betsabé Arjona, Responsable de la Unidad de Proyectos de Innovación en la Cámara de Comercio de Valencia. Betsabé destiló su experiencia en Transformación Digital con cientos de empresas (no sólo valencianas), de forma que podamos entender cómo podemos diseñar la transformación digital e incorporar la tecnología en empresas y servicios públicos, sin olvidarnos de las personas.
Profesional dedicada a la innovación empresarial y al impulso de la transformación digital en el ecosistema económico valenciano, Betsabé Arjona tiene una sólida trayectoria en el diseño, coordinación y gestión de programas vinculados a la digitalización de empresas y entidades públicas. Ha participado en iniciativas de relevancia como el programa «Activa Industria 4.0», orientado a la modernización tecnológica de la industria valenciana, y el proyecto «SKYLab Valencia», que apoya la aceleración de startups mediante mentoring, financiación y formación. Su labor se caracteriza por articular estrategias integrales de innovación, contribuir a la competitividad empresarial y fomentar la cooperación institucional mediante la puesta en marcha de soluciones tecnológicas y nuevos modelos de negocio.
A lo largo de su carrera, Betsabé ha participado en numerosos foros, congresos y jornadas temáticas centrados en la revolución digital, la inteligencia artificial, la sostenibilidad industrial y el emprendimiento. Además de su labor al frente de proyectos de innovación estratégica, ha jugado un papel clave en actividades de asesoramiento empresarial, impulsando la incorporación de tecnologías emergentes y la adopción de ecosistemas digitales en pymes, industrias culturales y sectores estratégicos para la Comunidad Valenciana. Su visión se centra en cómo la innovación tecnológica puede ser motor de desarrollo económico, social y cultural, pero empezando por la transformación de las personas, empoderando a los trabajadores, para ser motores de esa transformación.
En ese sentido, las humanidades digitales representan un puente entre el conocimiento tradicional de las humanidades (literatura, historia, arte, geografía, etc.) y las herramientas digitales, aportando nuevas perspectivas metodológicas que enriquecen la toma de decisiones en empresas y organizaciones sociales. En el marco de la transformación digital, este puente permite comprender no solo «cómo» se usa la tecnología, sino también «por qué», o cómo los públicos y trabajadores la interpretan y experimentan. Cuando las empresas culturales incorporan criterios de análisis humanístico en su estrategia digital, pueden diseñar experiencias más significativas, mejorar la segmentación de audiencias, o construir propuestas de valor que incorporen la diversidad cultural y el capital humano.
Además, en el ámbito público, la interacción entre humanidades digitales y transformación digital se manifiesta en la modernización de los servicios culturales a la ciudadanía: museos, bibliotecas, centros de arte y entidades educativas están transformando la narración de sus contenidos, la participación ciudadana y la preservación de la memoria colectiva mediante estrategias que incorporan datos, tecnología (tanto hardware como software) y enfoques centrados en el usuario. Este enfoque híbrido favorece la innovación institucional, el compromiso cultural y una comunicación más inclusiva y contextualizada, generando un vínculo más profundo con la sociedad a la que sirve.
¡Gracias, Betsabé!