Durante las Jornadas de Orientación, el vicerrector de Internacionalización y Comunicación, José Francisco Monserrat del Río, y María Alfonso Molina, investigadora en Ciencias de la Educación y Work Package 3 Lead de ENHANCE, ofrecieron la ponencia “Inteligencia emocio-artificial en la educación”, una reflexión imprescindible sobre cómo integrar la inteligencia artificial (IA) en la educación secundaria desde un enfoque responsable y pedagógicamente sólido.
Los ponentes iniciaron la sesión destacando un dato clave: tres de cada cuatro adolescentes utilizan la IA como forma de compañía.
“La adolescencia constituye una etapa del desarrollo caracterizada por la hiperactivación emocional y la inmadurez del razonamiento reflexivo. Esto influye de manera significativa en los patrones de interacción de los jóvenes con herramientas como la IA: Buscan comprensión y validación, lo que puede llevarlos a establecer relaciones de confianza ilusorias y relaciones emocionales artificiales»
maría alfonso molina, investigadora en ciencias de la educación y work package 3 lead
Esta tendencia plantea un reto educativo de primer orden: ayudar a los estudiantes a identificar y gestionar conscientemente estas interacciones con herramientas digitales.
Un marco preventivo para la integración educativa de la IA
Durante la ponencia se presentó un marco sistemático para incorporar la IA en la educación secundaria de manera gradual y preventiva. El primer paso, insistieron, es entrenar la metacognición y fortalecer funciones ejecutivas como la atención, la memoria de trabajo, la organización y la autoconciencia.
“Solo después, los estudiantes podrán comenzar a practicar con estas herramientas de forma estratégica”
José francisco monserrat del río, vicerrector de internacionalización y comunicación
Asimismo, propusieron integrar asignaturas de IA desde 3.º o 4.º de ESO, evitando que su uso se perciba como algo aislado o como una suerte de “amigo digital”, y promoviendo que sea entendida como una herramienta académica que se utiliza con intencionalidad y criterio.
Como indicador de madurez en el uso de la IA, presentaron la “tríada metacognitiva”, que invita a los estudiantes a explicar qué hacen con la herramienta, cómo la utilizan, cuándo la aplican y por qué lo hacen. Esta guía resulta especialmente útil para docentes, orientadores y familias.
Un itinerario para cultivar rutinas de pensamiento
La sesión concluyó con la presentación de un itinerario de capacitación docente destinado a fomentar rutinas diarias de pensamiento, como conectar conocimientos, entrenar la argumentación o captar ideas esenciales. Los ponentes subrayaron que el objetivo no es censurar el uso de IA en la adolescencia, sino educar para su uso crítico, consciente y saludable.
Alejandra Ramos Argueta
Local Communications Officer