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Nacida a partir del Proyecto Vera, iniciativa puesta en marcha hace 7 años por un grupo de estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universitat Politècnica de València (ETSII-UPV) con el objeto de diseñar y construir un prototipo de motocicleta de competición para participar en el campeonato del mundo universitario MotoStudent, MotoR-UPV es la escudería de motos de la UPV.

Antonio Molina, team leader y piloto de MotoR-UPV, explica que se trata de "un equipo enmarcado en el programa Generación Espontánea (plataforma institucional de la UPV que fomenta y apoya la realización de actividades extracurriculares, contribuyendo al desarrollo formativo y la adquisición de competencias transversales del estudiante) en el que el principal objetivo es la formación de ingenieros de competición y la participación en MotoStudent. Lo que hacemos es diseñar y fabricar prototipos de competición tipo Moto3".

Marc Vidal, técnico de suspensiones de MotoR-UPV, añade que cubren "todas las áreas que se encuentran en los equipos profesionales. Tenemos desde telemétricos, técnicos de suspensiones¿ Diseñar diseñamos prácticamente todos, cada uno aporta su grano de arena. Y luego todos hacemos también un poco la labor de mecánicos".

Comunidad del Motor

Como la mayoría de grupos de Generación Espontánea, MotoR-UPV está abierto a la participación "de alumnos de todas las escuelas y facultades de la UPV", indica Marc.

"Medimos el tiempo por temporadas deportivas", indica Antonio. "Primero, abrimos inscripciones para los nuevos alumnos que quieren formar parte. Es la Comunidad del Motor, gente interesada en el mundo de las motos que va conociendo un poco lo que es. Luego, ya van pasando etapas, de formación, o de diseño, en función de las competencias que quieren potenciar, hasta ya formar parte del equipo de competición, que es el que va a MotoStudent".

"No me imaginaba el cambio que iba a suponer en mi vida"

"Entré a la UPV con la intención de estudiar una ingeniería y poder dedicarme a la competición", recuerda Marc. "Pero sobre todo, el primer y el segundo año, no encontraba la fórmula para adquirir experiencia en este mundo, que es bastante hermético. Fue entonces cuando descubrí que MotoR-UPV existía. La verdad, no me imaginaba el cambio que iba a suponer en mi vida".

"Es la parte práctica de lo que estás aprendiendo en las aulas", continúa Antonio. "Esas cosas que te han enseñado, que igual no sabes muy bien para qué sirven, o esa fórmula matemática que puedes aplicar a lo que verdaderamente te gusta y a lo que te quieres dedicar profesionalmente. Lo fabricas y es que luego, encima, ves cómo funciona en la pista".

Campeones de España en la categoría SSP 300

No obstante, aunque como explica Marc, "el objetivo principal es la participación en MotoStudent, para lo que desarrollamos un prototipo durante año, año y medio, más o menos", actualmente, "gracias a patrocinios privados, estamos corriendo el Campeonato de España de Velocidad, que es un campeonato profesional en el que participan los principales equipos nacionales y del mundo. La mayoría de equipos del Mundial tienen allí sus propios equipos para ir cogiendo cantera de pilotos, y también de mecánicos e ingenieros. Allí estamos compitiendo con dos pilotos, con Antonio y Samuel Di Sora".

Y no solo compitiendo. De hecho, el pasado mes de noviembre, Di Sora se proclamó campeón de España en la categoría SSP 300. Su compañero Antonio Molina lo tiene claro: "Poder pilotar una motocicleta hecha por alumnos de la UPV es un sueño. Trabajas codo con codo con ellos, participas en el diseño como ingeniero, ves que tiene un sentido todo lo que van haciendo... Pasas por la recta, los miras, ves la tensión que tienen, que están contigo. Te dan ese empujoncito para que sigas tirando y es una sensación espectacular".

Relación con pilotos, ingenieros y mecánicos del Mundial

Así, poco a poco, MotoR-UPV sigue creciendo e introduciéndose en el motociclismo profesional. "Es un mundo muy especial", advierte Marc, "con unos protocolos muy particulares, y necesitas a alguien que te guíe, tanto en cuanto a pilotos como a ingenieros y mecánicos del Mundial, que están con nosotros ayudándonos mucho".

La colaboración es recíproca, por ejemplo, con "Héctor Garzó, que es un piloto de Moto2 que debutó este año gracias a un wild-card con un quinto puesto en el circuito alemán de Sachsenring. De hecho, pronto todo el mundo conocerá su nombre", afirma orgulloso Marc.

"Estamos ayudándole todo el invierno, en su pretemporada" concluye Antonio. "Él también nos ayuda para ver cómo hay que trabajar para estar ahí arriba. Y la verdad es que, al verlo ahí arriba, nos llevamos una alegría enorme".