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Pulpos, estrellas de mar y otros invertebrados, así como peces, algas y otras especies conforman la biodiversidad actual que ha logrado favorecer en la zona -en menos de un año- el Arrecife Malvarrosa, primera instalación subacuática deportiva de España y fase 1 del proyecto Arrecifes Valencia, diseñada y construida por el Instituto de Ciencia y Tecnología del Hormigón de la Universitat Politècnica de València (UPV).

La repoblación natural de estas especies, difíciles de ver en los fondos arenosos de las playas de la ciudad, es el primer resultado de esta fase inicial del proyecto liderado por la Fundación Deportiva Municipal (FDM) de la concejalía de Deportes del Ayuntamiento de la ciudad, y en el que participan la UPV y la Universidad Católica de Valencia (UCV) junto a la concejalía de playas, el equipo de buzos profesionales de Juan Antonio Polit, el Club de Submarinismo Amigos del Buceo y técnicos del Proyecto Smilesea.

Freno a la degradación de la playa y activación del ecoturismo subacuático

Natividad Domingo, directora de Arrecifes Valencia y técnica de la FDM, afirma que se trata de la "constatación de la importancia del proyecto como prototipo experimental enfocado a la estabilidad litoral para frenar la degradación de la playa, capaz de crear nuevos puntos de vida con la aparición de flora y fauna en espacios donde solo existen bancos de arena".

De este modo, prosigue Domingo, "se amplía la oferta turística con la aparición en el sector del ecoturismo subacuático, vector con gran demanda en la actualidad al tiempo que se ofrece a los usuarios de la playa de la Malvarrosa un punto de referencia para potenciar nuevas actividades deportivas en el medio marino".

José Rafael García March, profesor de Veterinaria y Ciencias Experimentales de la UCV y director Científico del IMEDMAR-UCV, ha indicado que siguen "trabajando para generar hábitats que favorezcan la implantación de la biomasa marina".

"Los sustratos rocosos en medio de sustratos sueltos", explica García March, "son un punto de atracción para los organismos marinos, donde la heterogeneidad del sustrato genera lugares de escondite, alimentación, descanso o desove para la fauna de multitud de especies".

De este modo, a apenas 200 metros de la arena en la Playa de la Malvarrosa, los aficionados al submarinismo -y aquellos que deseen iniciarse- cuentan ya con el primer arrecife artificial de España para la práctica de este deporte.

Tres módulos simulan la cubierta del Oceanogràfic, los 5 aros olímpicos y un conjunto de ánforas semienterradas

El Arrecife Malvarrosa está formado por tres módulos, diseñados y construidos por el Instituto de Ciencia y Tecnología del Hormigón de la UPV. Se trata de piezas de aproximadamente 12 m2 de base y 1'80 metros de altura que simulan, respectivamente, la cubierta del Oceanogràfic de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, los cinco aros olímpicos y un conjunto de ánforas semienterradas.

Pedro Serna Ros, catedrático de la UPV, señala que "se les dio esta forma para que fueran reconocibles y atractivas para el practicante del submarinismo. De sus características, destacan sus diferentes texturas en los acabados y las variadas volumetrías que crean habitáculos subacuáticos distintos con la idea de obtener diferentes resultados en cuanto a la repoblación de especies en estos módulos".

Una posible solución para proteger las playas de Pinedo, El Saler y La Devesa

Uno de los objetivos del proyecto es comprobar si la instalación de los módulos tiene un efecto sobre la costa, ya sea positivo o negativo. José C. Serra Peris, investigador del Laboratorio de Puertos y Costas-Instituto de Transporte y Territorio de la UPV y coordinador de este trabajo, afirma que, "hasta ahora, hemos visto que no incide negativamente y seguimos analizando la dinámica del litoral. En el caso de afectación positiva, este proyecto nos ofrecerá una solución para proteger las playas de Pinedo, El Saler y La Devesa. Podríamos decir que el proyecto Arrecife Valencia es un ensayo a escala 1:1".

El investigador de la UPV ha querido significar también el efecto de atracción sobre la fauna que han tenido los módulos. "Hay que señalar que antes de fondearse en la playa el pasado mes de agosto, los módulos estuvieron sumergidos desde abril en aguas abrigadas de la Marina Real".

"Este fondeo previo", continúa Serra, "ha tenido como consecuencia una rápida colonización del arrecife artificial, lo que podría llevarnos a pensar que se trata de una buena estrategia para conseguir resultados en poco tiempo, si bien este extremo debe ser refrendado por el análisis de los biólogos".

Nuevo proyecto en la playa de La Garrofera: revitalización turística y fomento de actividades en el medio marino

El éxito del Arrecife Malvarrosa ha abierto la puerta a una nueva actuación más ambiciosa en el entorno de El Saler, un nuevo proyecto pensado para la defensa litoral de la playa de La Garrofera en el que ya trabaja el equipo técnico de Arrecifes Valencia.

Serra explica que "se trata todavía de un proyecto en su fase inicial, si bien en el caso de que se lleve adelante, creemos que generará un efecto de protección del litoral que permitirá la regeneración de las playas castigadas situadas al sur del puerto de Valencia".

En este sentido, Santiago Sanmartí, técnico del Proyecto Smilesea. Apunta que, "si este proyecto se lleva a cabo, será un factor importante para la revitalización turística la zona de El Saler, donde la afluencia de turismo de ámbito científico, medioambiental y deportivo fomentaría la reapertura de instalaciones de servicios que a día de hoy se encuentran cerrados, e impulsaría la práctica de actividades deportivas acuáticas y subacuáticas en el entorno".