Un estudio realizado en el campus de Gandia de la Universidad Politécnica de Valencia para la empresa catalana MADEL establece medidas para reducir el ruido de los aparatos de aire acondicionado.
La investigación está basada en 3.000 ensayos realizados en los laboratorios y cámaras acústicas del campus de Gandia de la UPV con el fin de determinar condiciones de fabricación que permitan a los sistemas de aire acondicionado producir un ruido inferior a 30 decibelios. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), éste es el nivel de sonido máximo que el ser humano puede percibir para mantener un sueño sin interrupciones.
Jesús Alba, investigador del campus de Gandia de la UPV y director del proyecto, señala que "en muchos casos alcanzamos los 45 dB en dormitorios con aire acondicionado, ya que no se cuida el ruido sino sólo acondicionar el aire. Es decir, pasamos a niveles donde según la OMS tendríamos problemas de sueño interrumpido".
Alba, reconocido experto internacional en el ámbito de la acústica, explica que el ruido del aire acondicionado puede reducirse desde diferentes enfoques, por ejemplo, utilizando materiales reciclados que absorban el sonido en el interior del sistema antes de que se emita.
"Dentro del sistema se pueden introducir materiales absorbentes acústicos para reducir el nivel de ruido. En nuestro caso, nosotros hemos utilizado un nuevo material que ya hemos conseguido que se comercialice: se trata de una lana de poliéster obtenida a partir del reciclado de botellas de plástico PET, las típicas botellas de agua. Con este nuevo material hemos conseguido reducir el ruido entre tres y seis decibelios", apunta el investigador del campus de Gandia de la UPV.
En otros casos el ruido se reduce con la simple sustitución de unas piezas por otras, de forma que se eviten los choques entre elementos o las turbulencias dentro de la máquina.
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