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Irene Lafuente: “Capicúa nació como un proyecto académico y personal, pero se ha transformado en una forma de aportar a una sociedad más inclusiva y justa”
Cátedra Planeta y Desarrollo Sostenible Noticias Irene Lafuente: “Capicúa nació como un proyecto académico y personal, pero se ha transformado en una forma de aportar a una sociedad más inclusiva y justa”  ...

Irene Lafuente Beltrán ha obtenido uno de los “Accésits” de la quinta edición de los “Premios a los mejores Trabajos Académicos relacionados con los ODS del Eje Planeta”, organizados por la Cátedra Cooperación y Desarrollo Sostenible (adscrita al Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente y financiada por la Vicepresidència primera i Conselleria de Serveis Socials, Igualtat i Habitatge de la Generalitat Valenciana).

Su Trabajo Final de Grado “Capicúa. Diseño de herramienta didáctica para la discapacidad visual en forma de juego”, ha sido dirigido por María Ángeles Parejo Sánchez.

Irene es Graduada en Diseño y Tecnologías Creativas por la Facultad de Bellas Artes de la UPV, desarrollando sus habilidades profesionales a través de diversas experiencias internacionales.

Actualmente, trabaja en un estudio de museografía y diseño expositivo en Valencia, al tiempo que colabora en proyectos digitales para web, móvil y otras plataformas. Su objetivo es retomar Capicúa y desarrollarlo a mayor escala para distribuirlo en centros educativos y sedes de la ONCE.

“Me gustaría que este proyecto trascendiera el ámbito académico y se convirtiera en una herramienta real para fomentar una educación más inclusiva y accesible para todos los niños”.

¿Podrías explicarnos, de forma general, en qué consiste el trabajo con el que has sido galardonado?

Mi proyecto, titulado Capicúa. Diseño de herramienta didáctica para la discapacidad visual en forma de juego, consiste en la creación de un recurso educativo inclusivo: un juego de cartas inclusivo diseñado específicamente para fomentar el aprendizaje lúdico, mejorar la interacción entre niños con y sin discapacidad visual, y promover la inclusión a través del diseño y la interacción física.

Aunque la educación inclusiva ha avanzado en las últimas décadas, aún existe una gran carencia de materiales lúdicos verdaderamente inclusivos. La mayoría de los recursos actuales son adaptaciones de juegos preexistentes que no contemplan desde su concepción las necesidades de todos los niños.

Por ello, Capicúa se desarrolla desde cero con un enfoque centrado en la diversidad visual, integrando desde su diseño el sistema braille, elementos táctiles y gráficos accesibles. Se cuidaron aspectos como el estilo de ilustración, formas en relieve, tipografías legibles, contrastes de color y dimensiones ergonómicas para garantizar una experiencia accesible y enriquecedora.

El prototipo fue elaborado artesanalmente mediante un proceso iterativo de prueba y mejora, hasta lograr un diseño funcional y accesible para niños con baja visión o ceguera total.

“El proyecto tiene un fuerte componente social: fomentar la empatía, la integración y la conciencia sobre la diversidad desde edades tempranas”

Además de sus objetivos educativos —como reforzar la alfabetización y ampliar el vocabulario—, el proyecto tiene un fuerte componente social: fomentar la empatía, la integración y la conciencia sobre la diversidad desde edades tempranas. Capicúa permite a todos los niños jugar juntos en igualdad de condiciones, facilitando el desarrollo de habilidades sociales y abriendo espacios de reflexión sobre problemáticas globales, convirtiéndose así en una herramienta de cambio para una educación verdaderamente inclusiva y sostenible.

Finalmente, en colaboración con la ONCE, realicé un taller en su sede de València, donde se validó la funcionalidad y atractivo del prototipo, confirmando su potencial para ser implementado en contextos educativos reales.

“El diseño va mucho más allá de lo estético: es una herramienta poderosa para impulsar cambios sociales”

Tras realizar el estudio, ¿cuáles han sido las principales conclusiones o aprendizajes que has obtenido?

Una de las principales conclusiones del proyecto es que el diseño inclusivo, cuando se aplica desde el inicio con intención y propósito, puede generar un impacto real. En el taller con la ONCE, los niños con y sin discapacidad visual no solo pudieron jugar juntos sin barreras, sino que también lo hicieron disfrutando, aprendiendo y relacionándose desde el respeto y la empatía.

Este proyecto me ha enseñado que el diseño va mucho más allá de lo estético: es una herramienta poderosa para impulsar cambios sociales. Capicúa nació como un proyecto académico y personal, pero se ha transformado en una forma de aportar a una sociedad más inclusiva y justa.

Ha sido un reto académico y también un aprendizaje vital. Ver el impacto positivo en los niños fue una experiencia profundamente motivadora que refuerza mi compromiso con un diseño con propósito. Aunque aún queda mucho camino por recorrer, todos podemos contribuir desde nuestras disciplinas a construir un entorno más equitativo, accesible y humano, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

“Capicúa actúa como un medio de conocimiento desde edades tempranas utilizando el juego como medio educativo para introducir y reflexionar sobre problemáticas globales relacionadas con el desarrollo sostenible”

¿Qué impacto consideras que puede tener tu proyecto en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible del Eje Planeta?

El proyecto contribuye a los ODS del eje Planeta, como al ODS 12 (Producción y consumo responsables) y al ODS 13 (Acción por el clima). Capicúa actúa como un medio de conocimiento desde edades tempranas utilizando el juego como medio educativo para introducir y reflexionar sobre problemáticas globales relacionadas con el desarrollo sostenible.

Lo hace de forma inclusiva, permitiendo que todos los niños, independientemente de su condición visual, accedan al mismo conocimiento. De esta forma se puede concienciar a los más pequeños de problemáticas reales de una manera amable, divertida y con un enfoque centrado en el cuidado del planeta.

Además, el proyecto se vincula estrechamente con otros ODS fundamentales como el ODS 4 (Educación de calidad), al garantizar el acceso igualitario a materiales inclusivos y adaptados, y el ODS 10 (Reducción de las desigualdades), al facilitar oportunidades de aprendizaje compartido entre niños con y sin discapacidad visual, reduciendo barreras educativas y promoviendo la equidad.

“Destacaría el papel de las universidades, que están fomentando activamente que los estudiantes desarrollen proyectos con impacto real, alineados con los ODS”

Desde tu perspectiva, ¿crees que en España se están aplicando medidas efectivas para alcanzar los ODS? ¿Qué aspectos destacarías?

En España se ha avanzado en la difusión y reconocimiento de los ODS, pero aún falta trasladar ese compromiso a acciones concretas, sostenibles y accesibles para toda la ciudadanía. Aunque la conciencia sobre su importancia crece, los retos persisten, especialmente en ámbitos como la accesibilidad universal y la reducción de desigualdades.

Destacaría el papel de las universidades, que están fomentando activamente que los estudiantes desarrollen proyectos con impacto real, alineados con los ODS. Este impulso académico es clave para generar una nueva generación de profesionales comprometidos con la sostenibilidad y la inclusión.

“Capicúa es un proyecto muy personal, y recibir este reconocimiento ha sido profundamente gratificante”

– ¿Cómo viviste el momento en que supiste que habías sido premiada en la V Edición de los Premios de la Cátedra de Cooperación y Desarrollo Sostenible?

Fue una gran sorpresa y una enorme alegría. Capicúa es un proyecto muy personal, y recibir este reconocimiento ha sido profundamente gratificante. Ya fue emocionante ver el impacto directo en los niños durante el taller con la ONCE, pero este premio reafirma la importancia de seguir diseñando con un enfoque inclusivo y pensando en cómo el diseño puede mejorar la vida de las personas.


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