Gerardo Ramírez Acuña ha estudiado el máster en “Cooperación al Desarrollo” en la UPV, ya que quería profundizar su experiencia sobre temas relacionados con el cambio climático y la transición energética “desarrollando proyectos conjuntos con organizaciones no gubernamentales y agencias internacionales”.
Durante este curso, ha disfrutado de la beca de la Cátedra Cooperación y Desarrollo Sostenible, adscrita al IIAMA y financiada por la Vicepresidencia primera y Consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda de la Generalitat Valenciana , para realizar el estudio: “Estudio sobre la pobreza energética en València”, dirigido por Álvaro Fernández-Baldor Martínez (INGENIO-CSIC).
El objetivo principal del estudio ha sido analizar la pobreza energética en la ciudad, trabajando en conjunto con la fundación del ayuntamiento València Clima i Energia para identificar el estado actual de este problema y contribuir a un plan de acción.
“Hemos desarrollado una metodología para estimar y caracterizar la pobreza energética en València, buscando analizar la problemática a nivel de barrio”
Participé en el co-desarrollo de una metodología para estimar y caracterizar la pobreza energética en València, buscando analizar la problemática a nivel de barrio.
La metodología consistió en definir dos indicadores para medir la pobreza energética, adaptando su cálculo a la información disponible a nivel barrial. Estos indicadores se fundamentan principalmente en información relacionada con el consumo energético, la renta media, el costo de la energía y la estructura de los hogares.
“La distribución de la pobreza energética es desigual con barrios periféricos como Orriols, Natzaret o Na Rovella con niveles superiores al 60”
Se encontró que a nivel ciudad, aproximadamente un 20% de los hogares se encuentran en algún grado de pobreza energética, lo que coincide con otros estudios que se han realizado a nivel nacional y autonómico.
Sin embargo, también es claro que la distribución de esta pobreza es desigual, con barrios periféricos como Orriols, Natzaret o Na Rovella con niveles superiores al 60%, y barrios como el Pla del Remei o Exposició donde los niveles son inferiores al 3%. Esto contribuye a la comprensión de las desigualdades existentes en la ciudad y demuestra la necesidad de establecer acciones prioritarias que atiendan a los barrios más afectados por este problema.
Personalmente profundicé mi conocimiento en un tema como la pobreza energética y su vínculo con la justicia social y con los impactos que el cambio climático tiene, por ejemplo, en el aumento de las temperaturas.
También fue muy útil poder poner mis conocimientos en práctica en algo que pueda tener un impacto real en la ciudad, aportando a la generación de políticas o planes que mejoren la situación en esta problemática.
“Para avanzar en el cumplimiento de los ODS, las políticas públicas reconozcan la interrelación entre los distintos problemas, evitando abordarlos con soluciones aisladas”
A través de este trabajo, identifiqué acciones vinculadas a diversos ODS, como Energía Asequible, Acción por el Clima y Reducción de las Desigualdades. Considero fundamental que, para avanzar en el cumplimiento de los ODS, las políticas públicas reconozcan la interrelación entre los distintos problemas, evitando abordarlos con soluciones aisladas.
De este modo, un mismo proyecto o intervención puede contribuir simultáneamente a reducir múltiples formas de vulnerabilidad.