Más allá de las clases: una experiencia que transforma la forma de pensar, decidir y liderar
Cuando uno se plantea cursar un Executive MBA, surgen muchas preguntas. ¿Podré compaginarlo con mi trabajo? ¿Será teórico o podré aplicarlo de verdad? ¿Cómo es el ambiente entre los compañeros? La mejor forma de responderlas es mostrando cómo es una semana real dentro del Executive MBA de la Universitat Politècnica de València.
A continuación, te abrimos una ventana a lo que vive un alumno del EMBA UPV. Spoiler: no es solo formación, es transformación.
Lunes a jueves: aplicación directa en tu empresa
Aunque las clases presenciales se concentran los fines de semana, el máster no se detiene. Durante la semana, los alumnos:
- Aplican herramientas y enfoques aprendidos en sus decisiones diarias.
- Realizan breves entregas o lecturas preparatorias en el entorno online.
- Intercambian ideas, dudas y experiencias con compañeros a través de grupos de WhatsApp o foros.
- Avanzan en su Trabajo Final de Máster (TFM), construyendo su modelo de negocio emprendedor.
Esta dinámica convierte el máster en una experiencia viva, conectada con la realidad laboral.
Viernes por la tarde: empezamos con energía
Las sesiones presenciales arrancan los viernes a las 16:00. Lejos de ser un momento de bajón, es un espacio de reencuentro, motivación e inspiración. Tras una semana intensa de trabajo, los alumnos llegan con ganas de cambiar de perspectiva y sumergirse en el módulo correspondiente.
La clase del viernes suele incluir:
- Casos reales para resolver en equipo
- Introducción a herramientas clave del área (estrategia, finanzas, marketing, etc.)
- Reflexión crítica sobre decisiones de alto impacto
- Intervenciones de profesionales invitados o antiguos alumnos
Y sí, siempre con un ambiente cercano y colaborativo.
Sábado: inmersión total en el aprendizaje práctico
El sábado es el gran día. Desde las 9:00 hasta las 14:00 (y a veces con una sesión de tarde), el grupo se sumerge en dinámicas intensas pero estimulantes. Las metodologías son variadas:
- Role play de negociación o liderazgo
- Simulaciones de toma de decisiones estratégicas
- Talleres creativos (en innovación, talento, ventas…)
- Presentaciones y feedback en grupo
Además, no faltan los cafés y las comidas compartidas, donde se fortalece el vínculo personal y profesional entre los participantes.
Networking real, sin postureo
Una semana en el EMBA UPV no solo va de aprender, sino de compartir, inspirarse y crear conexiones valiosas. Los grupos son reducidos, lo que permite generar confianza desde el primer día. Y lo mejor: los perfiles son diversos pero complementarios. Directivos, mandos intermedios, emprendedores, ingenieros, abogados, financieros… todos aportan.
Las conversaciones que empiezan en clase, continúan en los pasillos, los cafés y los grupos de trabajo. De ahí han salido amistades, proyectos conjuntos, recomendaciones profesionales y nuevas oportunidades de negocio.
Mucho más que clases: sailing, visitas y experiencias
A lo largo del máster, se programan actividades que van más allá del aula:
- Jornadas de liderazgo en un velero (sailing directivo)
- Visitas a empresas como Fermax, ITI, Tyris o Forvia.
- Sesiones con referentes como Sunil Mahtani, Héctor Badal o Carlos Ferrando
- Dinámicas de coaching y desarrollo personal
Estas experiencias aportan una visión transversal, conectan teoría con práctica, y refuerzan la transformación que cada alumno vive durante el programa.
Conclusión
El Executive MBA de la UPV no es una colección de asignaturas. Es una experiencia inmersiva que transforma tu forma de liderar, decidir y afrontar el futuro. Semana tras semana, te expones a nuevos retos, te nutres del conocimiento colectivo y aplicas lo aprendido en tu entorno real.
Si quieres vivir una formación directiva intensa, práctica, humana y orientada al cambio, aquí tienes un ejemplo de lo que te espera.