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Santiago Calatrava Valls

Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia. Investido el 27 de septiembre de 1993


Laudatio por Arturo Martínez Boquera

Molt Honorable President de la Generalitat,
Excmos. Sres. Rectores Magníficos,
Señores claustrales.
Señoras y señores.

Si ya de por sí, representa un gran honor para un profesor universitario ser designado para apadrinar, en el Solemne Acto de Investidura, a un nuevo Doctor "Honoris Causa", ese honor se complementa con una entrañable satisfacción si, como en este caso, se trata de glosar la personalidad tanto humana como intelectual y profesional del arquitecto D. Santiago Calatrava Valls, compañero de estudios en la Escuela de Arquitectura de Valencia, primer ex-alumno de esta Universidad Politécnica que, a sus 42 años, alcanza tan prestigioso grado, retornando de este modo por méritos propios a la Universidad que inicialmente lo formó como arquitecto y que hoy se honra en acogerlo en su Claustro de Profesores.

A Santiago Calatrava le gusta enfatizar que ha nacido en Valencia, en Benimàmet en concreto, sencillamente por los recuerdos que le evoca y por el bagaje adquirido en nuestra ciudad. No en vano es aquí donde inicia a temprana edad su formación artística que tanto va a condicionar su vocación por las Bellas Artes y su ingreso en la Escuela de Arquitectura de Valencia.

Se dice a menudo que "la cualidad determinante del individuo verdaderamente creador es la capacidad de tolerar y sintetizar actitudes polémicas opuestas". "La creatividad poética de Santiago Calatrava", podría ser el título de cualquier monografía sobre su obra.

Y es que la irrupción de la creatividad poética de Santiago Calatrava en el escenario arquitectónico de finales de siglo ha sido inesperada y sorpresiva, como sin duda lo fue también la obra de Gaudí en los albores del mismo.

Ha sorprendido sobremanera el hecho de encontrarse con un arquitecto español que haya sentido la necesidad, influenciado por la obra de otros arquitectos españoles como Félix Candela y Pérez Piñero, de licenciarse en Ingeniería en la EHT de Zürich, para beber de la fuente de otra gran escuela: la que se inscribe en la tradición ingenieril suizo-alemana, en la línea que va desde Robert Maillart a Christian Menn.

Gaudí y Maillart son los polos que actúan recíprocamente en la creativa obra de Calatrava. No es casualidad que se haya dicho que Calatrava es "un Gaudí que ha trabajado en el estudio de Maillart en Zürich".

El sumar Gaudí con Candela y Maillart representaría ya un notable esfuerzo de síntesis, pero en el caso de Santiago Calatrava lo que le distingue como un genio de la arquitectura y de la ingeniería actual es su propia personalidad, algo que no tiene precedentes directos porque ha sido tomado de campos ajenos a ambas disciplinas.

Kenneth Frampton ha escrito, y cito textualmente:

"La naturaleza de la obra de Santiago Calatrava escapa a cualquiera de las nociones comúnmente aceptadas de práctica constructiva. Ni es solo un ingeniero, ni es solo un arquitecto y, por otra parte, desborda los límites de lo que se entiende por ejercer estas profesiones realizando unos proyectos que desafían a ambas".

El primer aspecto que impacta en Santiago Calatrava, y que lo diferencia de sus maestros, es la "plasticidad de su obra" influencia directa de su pasión por la escultura; por el estudio de las formas orgánicas, en el sentido de asociaciones escultórico-anatómicas basadas siempre en modelos estáticos tremendamente puristas, por entender la arquitectura como un hecho plástico tridimensional. Y no cabe duda que impacta porque aparece con una tremenda fuerza por la radicalidad desde la que se planta. Según Alejandro Zaera, "en esa radicalidad en sentido estricto, como búsqueda de una raíz previa a la construcción del lenguaje, radica precisamente la poética de su obra".

Plasticidad y organicidad de las formas que se manifiestan en cualquiera de los temas diversos de su prolija obra, sean torres como la de Montjuïch en Barcelona o la de la ciudad de las Ciencias de Valencia. Se manifiesta en puentes como el de Austerlitz sobre el Sena, del Alamillo en Sevilla, el de Bach de Roda en Barcelona o el inconcluso 9 de octubre de Valencia, todos ellos entendidos como recorridos arquitectónicos; lo que para un ingeniero convencional sería un simple viaducto articulado, se convierte para Calatrava en una obra multifuncional e integrada en el paisaje urbano. Se manifiesta asimismo en las cubiertas de la Escuela Cantonal de Wohlen en Suiza, la galería y Plaza del Heritage en Toronto, en el Auditorio de Tenerife o, sobre todo, en la catedral de St. John The Divine de Nueva York.

Santiago ha prestado desde siempre una especial atención al estudio de la movilidad y plegabilidad de las estructuras; interés este que queda de manifiesto en la elección del tema de su tesis: "Acerca de la plegabilidad de las estructuras", con la que obtiene el grado de Doctor en Ciencias Técnicas por el Departamento de Arquitectura de la ETH de Zürich, así como en sus delicados Proyectos del Pabellón de Hormigón sobre el lago Vierwaldstätter en Zürich o en el Pabellón de Kuwait para la Expo-92, o en los sutiles ingenios móviles utilizados en el interior y en las ventanas de la rehabilitación de un edificio medieval del siglo XVI para el Cabaret Tabourettli en Basilea.

Una de las facetas más innovadoras del planteamiento estructural adoptado por Calatrava estriba en la libre combinación del acero y del hormigón en contraposición a Nervi, quien opinaba que la homogeneidad de un material único era una hipótesis indispensable. Ambos materiales, junto al vidrio y, a veces, la madera son utilizados como elementos constructivos definidores del espacio como en la Sala de Conciertos de Suhr en Suiza, proyecto en el que recrea el problema espacial a través del entendimiento y la modulación de la luz en la obra.

Quizás esta última característica, el uso promíscuo de materiales junto a la modulación de la luz, sea el carácter estilístico y constructivo que permite distinguir en la actualidad, su obra de cualquier otra.

Continuar hablando de la obra de Santiago Calatrava, repartida no sólo por nuestro país sino por Checoslovaquia, Suiza, Alemania, Austria, Italia, Francia, Canadá, Reino Unido, EE.UU. de América, es tarea que Vds., me van a excusar en aras de la brevedad, carencia que a buen seguro quedará en parte subsanada con la lección que el propio arquitecto pronunciará a continuación. Ahora bien, resulta insoslayable hacer mención a alguno de los relevantes méritos que ostenta:

Premio Augusto Perret UIA (Unión Internacional de Arquitectos), Miembro de la "Internacional Academy of Architecture", Premio de Arte de la Ciudad de Barcelona, Premio Internationale Vereinigung für Brückenbau und Hochbau de Suiza, Premio FAD 1988, Premio Fritz Schumacher de Alemania, Premio Holzleimbau de Münich, Miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Valencia, Miembro de la Fazlur Rahman Khan, International Fellowship For Architecture in Engineering, Miembro Honorario de la BDA (Unión de Arquitectos Alemanes), Médaille d'Argent de la Recherche et de la Technique de París.

Es también Doctor Honoris Causa por la Universidad de Sevilla; ha impartido docencia como profesor auxiliar en los Institutos de "Estadística de la Construcción" y "Estática Plana y Construcciones Ligeras" de la ETH de Zürich; ha expuesto su obra en multitud de exposiciones de las que destacan las realizadas en el RIBA (Royal Institute o British Architects) de Londres, las de la Universidad de Columbia y del Museum of Modern Art de Nueva York y recientemente la de la Lonja de Valencia.

No quisiera finalizar mi intervención sin mencionar el reconocimiento que merece su esposa Robertina. Ella es capaz de dominar la situación y de evitar que esta intensísima actividad profesional lo engulla todo, incluido el propio Santiago. Ella tiene el inusual ¿don? de conseguir compaginar las exposiciones en Nueva York con el estudio de París y la vida familiar con sus tres hijos en Zürich.

Quiero por último parafrasear una cita del arquitecto Antonio Gaudí sobre la belleza, de indudable validez en la obra de D. Santiago Calatrava Valls:

"Para que un objeto sea altamente bello es preciso que su forma no tenga nada de superfluo, sino las condiciones materiales que lo hacen útil, teniendo en cuenta el material y los usos a prestar. Cuando las formas son más perfectas, exigen menos ornamentación".

Felicitémonos. Acabamos de recuperar para la Universidad Politécnica de Valencia, y por ende para toda la Comunidad Valenciana, a un artista polifacético, un arquitecto humanista, un ingeniero escultor, un filósofo de la forma, un genio de la arquitectura en los albores del siglo XXI. Gaudeamus omnes.


EMAS upv