
El pasado 13 de noviembre, junto a nombres como Enrique Bunbury, Raphael, Alejandro Sanz, Bad Bunny, Karol G o Gloria Estefan, el mundo de la música reconoció con un Grammy Latino, en la categoría de "Mejor Álbum Instrumental", a Rafael Serrallet, doctor en Música por la Universitat Politècnica de València (UPV).
Todavía asimilando su merecido éxito, el guitarrista valenciano nos atiende agradecido a toda la gente que le ha ayudado a lograr algo que muchos ni se atreven a imaginar.
Hace años, Serrallet disfrutaba y aprendía en la UPV. Hoy, con un Grammy bajo el brazo, sigue su camino, socialmente comprometido, en busca de nuevos retos.
- UPV: Ha pasado un mes de ese momento en que se hace el silencio en el Mandalay Convention Center de Las Vegas, se abre el sobre y su oye, tras unos segundos que debieron hacérsele eternos… “Y el canto de todas”, ¿ya se lo cree?
- RAFAEL SERRALLET: Pues no, todavía me parece que ha sido un sueño. Es imposible describir la avalancha de pensamientos que se amontonaron en mi mente durante esos segundos que se hicieron eternos.
- UPV: Durante su discurso, visiblemente emocionado, citó a Víctor Hugo para que fuera la música la que pusiera las palabras, ¿qué sintió en ese momento?
- RAFAEL SERRALLET: Una emoción inmensa. Curiosamente, no estaba nervioso; mi preocupación era poder hablar sin romper a llorar. Todo sucede tan deprisa en ese escenario que apenas puedes procesar nada, pero la emoción estaba a flor de piel…
- UPV: Grabada junto a la Filarmónica de Kiev en pleno contexto bélico y dedicada a las compositoras latinoamericanas cuya reivindicación promueve, el compromiso social del disco está fuera de toda duda, ¿cómo surge el proyecto?
- RAFAEL SERRALLET: La semilla la plantó Claudia Montero, la compositora argentina afincada en Valencia. Ella fue quien me animó a pensar en un proyecto para los Latin Grammy. Lamentablemente, falleció antes de que pudiéramos trabajar juntos.
Aun así, mi naturaleza siempre me lleva a plantear proyectos que vayan más allá de lo estrictamente musical. Entiendo la música como una herramienta de cooperación social, y ese compromiso está presente en todo lo que hago.
- UPV: Tras esas historias de injusto olvido, ¿hay alguna que le haya marcado especialmente?, ¿alguna que crea que no puede dejar de destacar?
- RAFAEL SERRALLET: Cualquiera de las compositoras del disco habría tenido mucha más visibilidad si sus obras hubieran llevado firma masculina. Si debo destacar una por cercanía, mencionaría a la valenciana Josefina Robledo, una figura esencial para la guitarra clásica contemporánea que, sorprendentemente, es prácticamente desconocida incluso en nuestra tierra.
- UPV: ¿Cómo se gestiona la grabación de un proyecto de esta magnitud en medio de un conflicto armado?, ¿qué ha sido lo más difícil en este aspecto?
- RAFAEL SERRALLET: En realidad, el proceso fue muy parecido al de cualquier grabación: envié los arreglos, revisamos partituras, hablé con el maestro Khorovets y el ingeniero Volodymyr Punko, planificamos ensayos y sesiones…
A pesar de la guerra, la gente intenta vivir con normalidad. Lo más complicado fue llegar al país, porque no hay vuelos directos y hay que hacerlo por tierra. Y, por supuesto, grabar con la incertidumbre de que no sonara ninguna sirena antiaérea.
- UPV: Por cierto, hablando de reivindicaciones. Con su premio, le han salido numerosos padrinos. He leído que es de Xirivella, de Alzira, de Valencia, de Torrejoncillo del Rey… ¿cuál es su verdadera historia?
- RAFAEL SERRALLET: Me considero un ciudadano del mundo: llevo la maleta y la guitarra a cuestas desde muy joven. Nací en Xirivella, pero mi padre es de Torrejoncillo del Rey (Cuenca), y estoy muy orgulloso de mis raíces manchegas. Pasé allí todos los veranos de mi infancia. Lo de Alzira no sé de dónde ha salido, debe ser un error. También tengo un vínculo muy especial con Llíria, ciudad en la que fui profesor durante varios años y donde mantengo grandes amistades.
- UPV: Lo que no es discutible es su paso por la UPV, donde obtuvo el doctorado en Música, ¿qué recuerda de su paso por la politécnica valenciana?
- RAFAEL SERRALLET: En la UPV descubrí el rigor de la investigación. Tuve la suerte de aprender de profesores extraordinarios. Mis directores de tesis fueron Salvador Seguí y Joaquín Arnau. Seguí era catedrático del conservatorio y me dio una perspectiva musical de mi trabajo, pero cada encuentro con el profesor Arnau era una auténtica lección magistral: su capacidad para relacionar diferentes áreas del conocimiento era inagotable. Siempre conseguía sorprenderme y aprendí muchísimo con él.
- UPV: Volviendo a la ceremonia de entrega de los galardones, en ella agradeció a los presentes su creencia en el sueño de que la música puede cambiar el mundo, ¿cómo (la música) está ayudando a hacerlo posible?, ¿cuál es la clave para aspirar a ello?, ¿qué objetivo debe marcarse como prioritario?
- RAFAEL SERRALLET: Estoy convencido de que hacer música nos hace mejores seres humanos. Una de las cualidades esenciales para hacer música es la escucha, y más allá de las certezas de que la escucha de música clásica fortalece la plasticidad del cerebro, activa la atención, etc, para mí, la capacidad de escucha profunda que se aprende al hacer música es fundamental, y estoy seguro de que serviría para resolver muchos conflictos. La música nos enseña a escuchar y a convivir.
- UPV: Por último, quiero preguntarle por el futuro. Una vez alcanzada la gloria con un premio de semejante magnitud, ¿cuál es su siguiente reto?, ¿qué ilusiona ahora mismo profesionalmente a Rafael Serrallet?
- RAFAEL SERRALLET: Tengo varios proyectos en las próximas semanas, como una gira en Arabia Saudí, pero también otro que me hace una ilusión muy especial, aunque pueda parecer musicalmente menor: trabajar con el coro infantil de la localidad donde vivo, en el que canta mi hija pequeña.
Quizá pueda considerarse un evento poco relevante, pero para mí tiene la misma importancia que cualquier otro, o incluso más, porque ofrece un servicio a la comunidad en la que vivo y, además, me regala la felicidad de hacer música junto a mi hija. Espero seguir viviendo la música con esta misma ilusión durante muchos años.
- UPV: Que así sea. Muchas gracias por su tiempo. Enhorabuena de nuevo, y muchísimas felicidades.
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