Madre de 2 hijos y Premio Nacional Fin de Carrera

Diplomada en Enfermería por la Universidad de Castilla-La Mancha en 1993 y madre de 2 hijos, Belén Tárraga Davia (Albacete, 30-5-1972) es, junto a Roberto Alegre Usach, José Andreu Cerezo, Federico Lluesma Rodríguez (los tres, graduados en Ingeniería Aeroespacial por la ETSID-UPV), Raquel Izquierdo Albero (Grado en Ingeniería Biomédica, ETSII), Paula Bastida Molina (Grado en Ingeniería Eléctrica, ETSID) e Iván Sanchís Hernández (Grado en Diseño, ETSID), uno de los 7 estudiantes de la Universitat Politècnica de València (UPV) reconocidos el pasado 15 de octubre con el Premio Nacional Fin de Carrera 2015-16.

“Las circunstancias no deben suponer un freno para conseguir tus metas”, afirma la ex alumna de la UPV, que dos décadas después de la obtención de su primer título universitario y con una familia formada, no dudó en volver a las aulas e iniciar un nuevo camino académico que la llevó a graduarse en Turismo por la UPV, recibiendo, además, el Premio Final de Grado y el Premio a Mejor Estudiante otorgado por el Consejo Social UPV.

Pero Belén no se detuvo ahí. En 2019, la albaceteña finalizó el Máster en Turismo Sostenible y TIC en la Universitat Oberta de Catalunya, y su trabajo final de máster, titulado “Empoderamiento femenino y desarrollo local en la España vaciada. Caso de estudio: Teruel”, fue premiado como mejor TFM en perspectiva de género en los Estudios de Economía y Empresa de la UOC y, recientemente, ha sido reconocido entre los 8 mejores TFM en la X edición del Fórum de ReDIntur.

Lejos de conformarse con lo conseguido, Belén acaba de comenzar su tesis en el programa de Doctorado en Desarrollo Local y Cooperación Internacional impartido en la UPV, con el respaldo de la beca FPU que le ha otorgado el Ministerio de Universidades para los próximos cuatro años.

-No se cansa de recibir premios…

-(Sonríe) El Premio Nacional Fin de Carrera ha supuesto para mí una alegría inmensa. Es un reconocimiento al gran esfuerzo realizado durante todos estos años, y quiero aprovechar para felicitar a mis 6 compañeros de la UPV también premiados.

-Y ahora, de regreso a la UPV, ¿qué recuerdos le trae?, ¿qué opina de su nivel formativo?

-Estudiar en el campus de Gandia de la UPV tuvo para mí una gran repercusión, ya que volver a estudiar después de muchos años supuso todo un reto, del que guardo muy buenos recuerdos. No en vano, todavía tengo contacto con algunos compañeros y profesores. En cuanto al nivel formativo, el Grado en Turismo que se imparte en la UPV está muy reconocido a nivel nacional. La formación recibida fue muy completa, aunque dada la competencia actual, es necesario especializarse realizando un máster. Ahora, mis estudios de turismo me van a permitir, después de varios empleos temporales, volver al mercado laboral como investigadora predoctoral dentro de la UPV.

-Visto su éxito en el máster, durante el camino, no ha perdido el tiempo…

-La verdad es que últimamente he recibido muy buenas noticias. Con mi TFM, he pretendido poner el foco y analizar el papel que tiene la mujer en el turismo y, concretamente, en el emprendimiento de empresas turísticas en zonas rurales despobladas. Las desigualdades de género, desafortunadamente, están presentes en todos los sectores de nuestra sociedad, y también, por supuesto, en el turismo, por lo que poner en marcha líneas de investigación que incluyan la perspectiva de género ayuda a visualizar estas desigualdades y es, en mi opinión, el punto de partida para la adopción de medidas que permitan acabar con esta problemática.

-La fuerza con la que habla y sus logros, siendo además madre de dos hijos, demuestran que querer es poder... ¿cómo ha sido capaz de conseguirlo?

-(Sonríe de nuevo) Está claro que mi perfil de estudiante es un poco atípico, pero la edad y las circunstancias no deben suponer un freno para llegar a conseguir tus metas. Ha sido duro poder compatibilizarlo todo, es cierto, pero creo que mis hijos también han adquirido una enseñanza muy importante para la vida: que todo, con esfuerzo, se puede conseguir.

-Obtenida la beca FPU, ¿cuál va a ser ahora su línea de investigación?

-El turismo sostenible es una asignatura pendiente. Tenemos que dejar de utilizar las palabras como un adorno y dotarlas de contenido para adoptar medidas reales y conseguir un turismo de calidad que sea, no sólo sostenible económicamente, sino también a nivel social y medioambiental. Con mi tesis doctoral, pretendo realizar una investigación turística más social, donde las cifras no tengan tanto peso, y dar un impulso a la escasa investigación en turismo bajo la perspectiva de género. Me gustaría dar a conocer el trabajo de las mujeres que emprenden en negocios turísticos en zonas rurales despobladas y que apuestan por negocios sostenibles, que ayudan a revitalizar los territorios donde están ubicados. Creo firmemente que avanzar en una investigación que visualice las desigualdades de género y valore el trabajo de las mujeres ayudará a conseguir una sociedad más justa y más igualitaria socialmente.

-No me cabe duda que su trabajo, y su ejemplo, van a sumar en ese aspecto. Mucha suerte para el futuro.

-Ojalá que así sea, la verdad. Muchas gracias por todo.