Antes de ponerse una mascarilla, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
Cúbrase la boca y la nariz con la mascarilla y asegúrese de que no haya espacios entre su cara y la máscara.
Evite tocar la mascarilla mientras la usa; si lo hace, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
Cámbiese de mascarilla tan pronto como esté húmeda y no reutilice las mascarillas de un solo uso.
Para quitarse la mascarilla: quítesela por detrás (no toque la parte delantera de la mascarilla); deséchela inmediatamente en un recipiente cerrado; y lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
El uso incorrecto de mascarillas genera falsa seguridad de protección y puede aumentar el riesgo de COVID-19.
El uso de las marcarillas siempre debe ir asociado a una buena higiéne de manos (con agua y jabón, y/o con un desinfectante a base de alcohol).
Algunos problemas asociados al incorrecto uso de las mascarillas:
La gente tiende a tocarse más la cara debido a la falta de costumbre y a las molestias que produce la mascarilla, aumentando así el riesgo de contagio.
Si la mascarilla no se ajusta bien a la cara (barba, etc.), pueden entrar partículas en el interior.
La humedad de la propia respiración facilita que se acumulen bacterias y virus en la mascarilla. No reutilizar mascarillas de un solo uso, ni más tiempo del recomendado.