Tradicionalmente, el objetivo de las prácticas de laboratorio de las asignaturas de Física es doble. Por una parte, que los estudiantes refuercen los conocimientos adquiridos en las clases de teoría, y por otra, que se habitúen a las técnicas experimentales. Sin embargo, los alumnos suelen considerar en muchas ocasiones estas prácticas como rutinarias y poco interesantes. Para paliar este problema, profesores de la Universitat Politècnica de València (UPV) iniciaron hace tres años una experiencia pionera en el mundo universitario: aprovechar los sensores de los smartphones como nueva herramienta didáctica aplicada a la enseñanza de la física experimental. Su iniciativa ha sido un éxito, y ha despertado el interés en numerosas instituciones europeas. No en vano, su último trabajo ha sido publicado recientemente en la revista The Physics Teacher, en colaboración con el Imperial College de Londres.