Alumnado con discapacidad auditiva, visual, motora, también con dificultades de aprendizaje. Son algunos de los casos que se encuentra el Servicio de Atención a la Discapacidad de la Universitat Politècnica de València año tras año y con quienes trabajan de manera individualizada para ayudarles a que la universidad se adapte a sus necesidades.
Este curso 2025-2026 arranca con más de 600 casos en las aulas de la UPV. Estudiantes que, tras contactar con el servicio que se gestiona desde la Fundación CEDAT, reciben un apoyo en el aula que se ajusta a su situación.
Isabel Andreu es la directora de la Fundación CEDAT y responsable del Servicio de Atención a la Discapacidad que, si bien está abierto a toda la comunidad universitaria, la realidad es que el 99% de las personas usuarias son estudiantes.
Dislexia, Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), Trastorno de Espectro Autista (TEA), diabetes, problemas de salud mental… las circunstancias de cada estudiante se intentan adaptar desde que entran a la universidad.
La labor del servicio comienza con entrevistas individuales a cada persona, que ayuda a Isabel a definir la ayuda específica que ha de recibir en el aula. El siguiente paso es informar cada cuatrimestre al profesorado, para estén al corriente de las necesidades que pueda tener cada alumna o alumno. Mayor tiempo para responder un examen, flexibilizar fechas de entrega, permitir que salgan del aula para medicarse… Las facilidades se adaptan a cada persona.
El profesorado, por su parte, recibe un documento de buenas prácticas que les ayuda en el conocimiento de cada caso. Puntualmente se hacen formaciones específicas para el profesorado UPV, pero según indica la propia Isabel, “queda mucho camino por recorrer”.
Si bien en cuanto a las dificultades de aprendizaje aún queda mucho por hacer, las barreras arquitectónicas y la accesibilidad para personas con discapacidad física están prácticamente superadas en los tres campus UPV.
En los últimos años, tanto la accesibilidad en los edificios como en los accesos a la universidad ha mejorado notablemente, demostrando que esas barreras no estaban en las personas, sino en el entorno.
El Servicio de Atención a la Discapacidad de la UPV se define como un servicio transversal, ya que colaboran con otras muchas áreas de la universidad para ayudar en la adaptación de sus servicios al alumnado con discapacidad. En este sentido, Isabel Andreu remarca la colaboración con el SIE (Servicio Integrado de Empleo), que ofrece becas específicas para el estudiantado; la Biblioteca, que permite un préstamo más largo en el tiempo; Deportes o Normalización Lingüística, entre otros.
El trabajo en red es fundamental para el buen funcionamiento de este tipo de servicios. En este sentido, la UPV forma parte de la red UNIDISVAL, Servicios Universitarios de apoyo a Personas con Discapacidad de las Universidades Valencianas, un grupo de trabajo estable que reúne a los y las profesionales que trabajan en las cinco universidades públicas valencianas.
Desde 1994, la Fundación CEDAT tiene por objeto prestar apoyo a las personas con diversidad funcional, garantizando la igualdad de oportunidades en el acceso a los estudios universitarios, su desarrollo y posterior inserción laboral.
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