La evaluación formativa está integrada en el proceso de enseñanza-aprendizaje y no se limita a certificar con una nota un determinado nivel de aprendizaje en un momento determinado. Precisa un feedback eficaz para:
Ayudar al alumno en su tarea de aprendizaje: qué conozca el nivel de exigencia, los criterios de evaluación, cuáles son exactamente los resultados de aprendizaje y cómo hay que estudiar para llegar a ellos.
Ofrecer múltiples oportunidades para revisar y mejorar el trabajo antes de ser calificado.
Reorientar y mejorar el aprendizaje de los alumnos.
Permitir que el alumno estudie de manera inteligente y se esfuerce de manera
continua a lo largo del curso.
Corregir los errores a tiempo.
Informar al profesor del ritmo y/o problemas en el aprendizaje de sus alumnos.
Facilitar la autoevaluación del alumno, la reflexión sobre su propio aprendizaje.
Aumentar la autoeficacia del alumno, la percepción que tiene de su propia
capacidad y de sus posibilidades de éxito.
Facilitar el cambio en el alumno en su modo de estudiar y de hacer sus trabajos.
En este sentido, para que una evaluación sea formativa, el feedback debe:
Ofrecer comentarios específicos, claros, detallados, concretos y personalizados que sean plenamente comprendidos por los alumnos y les permita conocer por qué está mal su respuesta, en qué se han equivocado y cómo pueden mejorar. En definitiva, no se trata de que el alumno sepa lo que tiene mal, sino de por qué está mal y cómo puede mejorar.
Ser inmediato.
Permitir que el alumno repita su trabajo o hacer otro semejante.
Emplear un lenguaje motivador.
Para ello el profesor puede optar por alguna de las siguientes estrategias:
Comentar con los alumnos individualmente los trabajos realizados.
Facilitar a los alumnos los criterios de evaluación.
Preparar un buen informe para toda la clase sobre los resultados de un examen o de los trabajos que han entregado, informe que debería incluir:
Fallos generalizados y cómo corregirlos.
Puntos del contenido que conviene repasar.
Aspectos que distingue a los mejores exámenes o trabajos.
Redirección a textos/videos para clarificar ideas.
Preparar respuestas modelo con la que los alumnos pueden comparar sus propias respuestas o trabajos.
Revisar en clase los exámenes corregidos pregunta por pregunta y clarificar lo que sea necesario.
Corregir los trabajos dos veces: un primer borrador (o versión provisional de su trabajo) donde el profesor informa de los fallos y sugiere cómo hacerlo y una versión definitiva para calificar.
