La cerámica es hoy un material tecnológico. Lo muestran las siete obras incluidas: el edificio de O'Donnell + Tuomey en Londres, con sus fachadas facetadas de aparejo flamenco; las viviendas en París de Périphériques, con su piel de terracota nacarada; las oficinas londinenses de DSDHA, con paños vitrificados de gran formato; la remodelación urbana de Pol Femenias en San Feliu de Llobregat, con sus piezas de cerámica cocida a alta temperatura; el edificio universitario en Getafe de Beldarrain, con su fachada ventilada; la casa en Shaanxi de John Lin, con su filigrana de barro; y el centro de investigación en Shanghái, de Archea, con su celosía caligráfica de terracota.