¿SABÍAS QUE...
en el Barranc de Carraixet
está el cementerio de los
ajusticiados en Valencia?


El Mercado Central de Valencia
El Mercado Central de Valencia desde la Lonja.
Fuente: Achim Lewandowski 2002

La plaza del Mercado (Central de Valencia) se convirtió en el centro vital de la ciudad que despertaba con el alba, con la llegada de los carros huertanos bien repletos de hortalizas y frutas; y se levantaban aquellos puestos de madera y lona separados unos de otros por capazos de esparto. Allí acudían los marinos genoveses y catalanes; las damas y sirvientas, caballeros y celestinas; ladronzuelos y ciegos con guitarras que cantaban gozos de santos milagreros y horrorosos crímenes; frailes limosneros, soldados, estudiantes y todo aquel que, sin ocupación, deseaba participar del espectáculo que protagonizaba el pueblo.

Era la plaza de las fiestas, de los pregones y de los ajusticiados. Como contrapunto del bullicio aparecía, a veces, el cortejo presidido por el verdugo y acompañando al reo iban los clérigos exhotadores y los cofrades de Nuestra Señora de los Inocentes y Desamparados. La Cofradía solicitó de la Justicia recoger el cadáver del condenado, que enterraban en el cementerio de la iglesia de los Santos Juanes y posteriormente junto al barranco de Carraixet, en un pequeño cementerio que todavía subsiste. Sin embargo en ocasiones el cuerpo del reo quedaba colgado en la horca durante horas y la gente rehuía la zona, aunque el humor negro propiciara versos y coplas, como los recogidos por Jaume Roig:

Ni menjaria (Ni comería)
carn del mercat (carne del mercado),
si hom penjat (si hombre colgado)
algú hi havia. (alguno había.)

Según las crónicas, la instalación de la horca fue anterior a 1409. Orellana la describe de piedra picada y situada en medio del Mercado, frente a la Lonja. En 1599 se derribó con motivo de los festejos celebrados en honor de las bodas de Felipe III y la Archiduquesa de Austria, levantando un arco triunfal en su lugar. Posteriormente se construyó nueva horca, que se demolería en 1622 para el fastuoso recibimiento de Felipe IV. A partir de esa fecha la horca se alzó únicamente cuando se ajusticiaba.

(Fuente: "Historia del Mercado Central de Valencia")

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