LEYENDA DE MARÍA LA CALDERONA


Vista desde el portitxol
Vista desde el portitxol en Portaceli (Cortesía Francisco Muria).

Cuentan que María la Calderona -artista de teatro o comediante-, favorita de Felipe IV, fue obligada por el Conde-Duque de Olivares a recluirse en un convento. Supone la historia que la joven tomó los hábitos, pues sus trenzas fueron entregadas al Rey como prueba de ello. Pero la leyenda asegura que María, muy probablemente, huyó del cenobio, abandonó Madrid y logró llegar hasta las inmediaciones del convento de Santo Espíritu, muy cerca de Gilet.

Aseguran que la joven se instaló en el collado que separa las peñas de Guaita y Espartal, hoy llamado Calderona, lugar donde discurría el camino de herradura que unía la ciudad de Valencia y el camino real de Aragón.

Su orografía hizo de la Sierra un auténtico nido de salteadores de caminos. Y se dice que María la Calderona encontró refugio entre aquella gente de mal vivir, y que habitó una casa cuyas ruinas son visibles todavía hoy, muy cerca de la "fuente del Ullalets".

(Fuente: "Las Provincias")

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