Alhambra Nievas ha sido una de las principales protagonistas de los actos celebrados en la Universitat Politècnica de València (UPV) con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Reconocida con el Premio a Mejor Árbitro del Mundo 2016 junto al sudafricano Rasta Rasivhenge, Nievas tiene claro que el rugby es un deporte ejemplar. "Intento transmitir lo que creo", afirma, "que es que el rugby es un modelo positivo, un deporte que aporta muchísimas cosas dentro y fuera del campo. E intento hacerlo a través de mi experiència, porque el rugby ha cambiado mi vida".
Arbitró la final olímpica en Río 2016
Poseedora de un enorme prestigio internacional, Nievas fue elegida para dirigir la final femenina de los pasados Juegos Olímpicos de Río, que enfrentó a Australia y Nueva Zelanda y acabó con triunfo de las primeras por 24 a 17.
"Desde pequeña, había visto siempre los Juegos Olímpicos por la televisión", recuerda sonriente. "Soñaba con ir a unos Juegos, y he cumplido ese sueño. Y luego, tener el honor de dirigir una final olímpica, lo redondeó mucho más".
Tras ella, además, llegó su elección como mejor árbitro del mundo: "Es un reconocimiento a la responsabilidad que tanto Rasta como yo tuvimos al arbitrar las dos finales olímpicas, y una manera de valorar todo el trabajo que hicimos hasta llegar a esos Juegos".
Respetada, como árbitro, cada fin de semana
Nievas es una enamorada convencida de las virtudes del rugby, y afirma sin dudar que "la sociedad necesita más rugby. Entenderíamos el deporte como una parte positiva en la vida de las personas. Nuestros hijos se educarían en valores como la solidaridad, el trabajo en equipo y el respeto, que es algo que yo como árbitro tengo todos los fines de semana cuando salgo a un campo".
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