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Fue un auténtico flechazo. Jordi Company, por aquel entonces alumno de segundo curso del Grado en Comunicación Audiovisual del campus de Gandia de la Universitat Politècnica de València (UPV), se encontraba presenciando el rally Baja Aragón cuando leyó, en una furgoneta, la inscripción "Un diabético en el Dakar". Su pasión por las motos y el gusanillo por ayudar a los demás fraguaron su amistad con Daniel Albero, el piloto de motos de Carcaixent dueño del vehículo.

"Valiente es un adjetivo que se queda corto para definir a Albero", explica Company. "Es un ejemplo de lucha, empeño y superación, que ha hecho historia por ser el primer piloto con diabetes tipo 1 que participa en el rally más duro del mundo: el Dakar", añade.

El año pasado, varios problemas le obligaron a abandonar en Perú

En la presente edición del rally, que transcurre por el desierto de Arabia Saudí, Albero compite con el dorsal número 105 y su moto "Azucarilla". Su lema, ¡Gas e insulina!, está haciendo historia. El año pasado, el piloto de Carcaixent ya tomó la salida en la edición celebrada en Perú, pero tuvo que abandonar después de tres etapas por culpa de una avería en la moto, las llagas de sus pies y las secuelas de una rotura de muñeca ocurrida semanas antes del viaje.

También la edición de 2020 está resultando extremadamente difícil. De hecho, la moto de Albero sufrió una avería severa el miércoles 8, al término de la cuarta etapa, y aunque por momentos la presencia del valenciano pareció peligrar, la organización del rally comunicó al piloto que podía seguir en carrera después del día de descanso -el pasado sábado 11-. Así pues, Albero se reincorporó a la aventura ayer domingo con el objetivo de entrar en meta en Qiddiya el próximo viernes 17 de enero.

Compañeros de clase

En 2017, Jordi Company, Jairo González, Alberto García y Carlos Roso estudiaban en la misma clase y se embarcaron en el proyecto. Consiguieron darle "un punto de profesionalidad" a la hazaña, explica Company, porque "Dani no podía llegar a todo".

Entonces, estos cuatro estudiantes buscaron patrocinadores, crearon la marca, diseñaron la web y consiguieron repercusión nacional y miles de seguidores en las redes sociales. Todo ello sin dejar de lado sus estudios universitarios, aunque Company reconoce el apoyo del profesorado, sobre todo, cuando llegaban los rallies. "Han tenido mucha paciencia con nosotros", reconoce.

Con la colaboración de la Cátedra de Innovación de la UPV

Además de Jordi, Jairo, Alberto y Carlos, también la Cátedra de Innovación de la UPV se implicó en el proyecto, lo que se tradujo no solo en apoyo económico, sino también en la posibilidad de utilizar los medios audiovisuales de la UPV para la grabación y edición de los videos. "Tenemos el respaldo de grandes farmacéuticas y empresas valencianas, pero la Universidad aporta rigor y credibilidad al proyecto. El apoyo de la UPV mola", confiesa Company.

La iniciativa de este grupo de estudiantes es voluntaria y Jordi reconoce que el proyecto ha supuesto un auténtico rodaje profesional para ellos. De hecho, tres de ellos ya se encuentran trabajando, mientras Jairo acompaña actualmente a Albero en el Dakar porque está preparando un documental sobre "cómo se gestiona la diabetes tipo 1 en la carrera más dura del mundo", explica Company.

En la presente edición, así mismo, cabe destacar que se ha producido una innovación importante. "Con la ayuda de grandes farmacéuticas, Dani corre el Dakar con una bomba de insulina, lo que le permite estar más controlado y tranquilo", afirma Company.

Lo mejor, para Jordi Company es que "somos una pequeña familia, estamos muy involucrados en el proyecto. Este no es el sueño de Dani, es el sueño de esta comunidad de dakarianos que hemos creado".

Ejemplo motivador

El ejemplo de lucha y superación del piloto de Carcaixent ha dejado en las redes sociales historias tan entrañables como la de una madre que cuenta el cambio experimentado por su hijo, que no quería salir de casa cuando le diagnosticaron la diabetes. "Pero le encantan las motos, conoció el caso de Dani y, ahora, es su referente. Solo quiere subirse a una moto y competir en el Dakar", cuenta orgulloso Company.

Son historias de vida que refuerzan y hacen creer todavía más en la importancia de la difusión de la campaña "Un diabético en el Dakar", la historia "de una buena persona, un ser valiente y paternal", que, a los 8 años, superó uno meningitis que le mantuvo 20 días en coma.

Poco después, le diagnosticaron la diabetes tipo 1 y, siendo adulto, perdió a su tercer hijo con solo tres meses de edad. Dani Albero es, sin duda, un ejemplo de resiliencia y superación. Y quiere cumplir su sueño: demostrar que la aventura del Dakar también es posible con insulina.

Noticia en UPV TV
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