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05/03/10
News
5-03-2010
La FVMP redacta una norma sobre accesibilidad común para los municipios

Las multas que se recauden por infringir la ley se destinarán a eliminar barreras arquitectónicas.

La Federación Valenciana de Municipios y Provincias prepara una ordenanza común sobre accesibilidad urbana, "como la de los gorrillas", para facilitar el trabajo a los municipios más pequeños que no disponen de técnicos ni medios para afrontar las novedades que impone la Ley de Accesibilidad Universal al Sistema de Transportes de la Comunitat Valenciana, en vigor desde el pasado mes de diciembre. Así lo confirmó ayer la presidenta de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP).
Elena Bastidas, tras participar en la jornada sobre la nueva norma, organizada por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y la Conselleria de Infraestructuras.
Los municipios afrontan una tarea ingente ya que en un año, a partir de la aprobación de la ley, deberán tener redactado un Plan de Movilidad de sus ciudades. Cuando tengan detectadas las barreras tendrán plazos de entre cuatro y ocho años (según el número de habitantes) para hacer completamente accesibles sus ciudades. Entre otras medidas, también se implantarán nuevas señales como la línea roja una reserva del espacio para el peatón contra la invasión no sólo de los coches o las motos, sino también del mobiliario urbano. Las multas por no respetar la línea roja o la obligación de ciudades accesibles en los nuevos desarrollos urbanísticos costarán de 300 a 300.000 euros, según la gravedad de la infracción. Los municipios que lo deseen podrán ceder el importe de estas multas a la Agencia autonómica de Movilidad Metropolitana (que también centralizará las subvenciones de la administración central en esta materia) que se reinvertirán en hacer más accesibles las ciudades, según explicó el director general de Transportes, Vicente Dómine. La primera ciudad donde se implantará la línea roja, de forma experimental, será Moraira, donde también se habilitan un nuevo diseño de paradas de buses que permite el acceso a este transporte.
Aunque la lección más ilustrativa que recibieron ayer los asistentes a la jornada fue la de la arquitecta, Avril Accolla, quien reivindicó el "Diseño para todos" en cualquier objeto o estructura. Por ejemplo, los teatros o los cines donde las personas con sillas de ruedas deberían poder sentarse junto al resto de personas y no estar separadas del resto. O evitar las segregaciones entre "accesos para discapacitados" y para el resto de la población. O los aparcamientos más anchos para mujeres que se reservan en algunos países del norte "Si Miguel Ángel ya diseñaba escaleras y rampas unidas hace 600 años, ¿por qué no hacerlo nosotros?", se preguntó. [Fuente: /www.levante-emv.com]

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