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Muna al Hussein

Doctora Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia. Investida el 2 de octubre de 2003


Laudatio por l'Exmo. Sr. Rafael Ferrando Giner

Alteza Real,
Excelentísimo Sr. Rector Magnífico de la
Universidad Politécnica de Valéncia,
Dignísimas autoridades,
Señores Claustrales
Señoras y Señores,

Quiero expresar el gran honor y la enorme responsabilidad que me honra por haber sido designado para presentar los méritos de Su Alteza Real la Princesa Muna Al-Hussein de Jordania, a quien la Universidad Politécnica de Valencia inviste hoy Doctora Honoris Causa de esta institución, por decisión del Consejo de Gobierno a propuesta del Rector, que aceptó la sugerencia realizada al efecto por el Consejo Social.

Si Ustedes me lo permiten, iniciaré mi exposición con una breve referencia a Jordania, país con el que tenemos muchos lazos culturales y geográficos pero cuya historia no es, quizá, lo suficientemente conocida en España.

El territorio que conforma la actual Jordania ha sido emplazamiento de los asentamientos y entidades políticas más antiguas conocidas por los historiadores. En el siglo XIII a.c. surgió, al este del río Jordán, el pueblo de los amonitas, de origen semítico, y descendientes, según el Génesis, de Bern Ammi, hijo de Lot. Más al sur, concretamente en un territorio situado en una llanura al este del Mar Muerto, se establecieron los Moabitas, habitantes de Moab y parientes de los Amonitas. Ya en sus orígenes Jordania ha estado vinculada geográficamente a un río: el Jordán; e históricamente a un Pueblo vecino: El Pueblo de Israel.

Tanto Jordania -como España- son crisol de culturas, por lo que poseen esa riqueza que sólo los pueblos afortunados, receptores de costumbres diferentes, conforman como cultura propia destilando la esencia de todas las de sus invasores. Así en Jordania hay poso de egipcios, asirios, babilonios, persas y romanos y bizantinos. En el siglo VI d.c. es arrebatada como territorio al Imperio Bizantino por los musulmanes. Desde entonces mantiene una identidad árabe que no sucumbió a cuatrocientos años de gobierno turco otomano.

En 1918 el territorio jordano es liberado de los turcos por británicos y árabes. Por acuerdo de la Sociedad de Naciones, en 1922, pasa a ser territorio bajo mandato británico. Los británicos dividieron el territorio en dos partes: una, denominada Palestina, que abarca toda la franja situada al oeste del río Jordán y otra al este del Jordán llamada Transjordania que quedó bajo el gobierno nominal de Abdullah ibn Husayn, cuyo sobrino,posteriormente, sería vuestro esposo. En febrero de 1928 Transjordania consiguió una independencia limitada mediante un tratado con Gran Bretaña.

Vemos pues que la historia reciente de Jordania -país al que habéis dado su actual Rey- se liga a la historia de Gran Bretaña como si un orden preestablecido hubiera decidido con antelación ir preparando las piezas de un puzzle que os llevará a ligaros a Jordania desde vuestra juventud.

Si me permitís Alteza, continuaré -brevemente- con la historia reciente de Transjordania con el fin de explicar cómo el destino os llevó a ese país. Finalizada la II Guerra Mundial en la que el gobierno de Transjordania colaboró con Gran Bretaña poniendo su territorio a disposición de los británicos para realizar operaciones contra las fuerzas del Eje, viene el momento de la independencia de Transjordania por la renuncia del Gobierno Británico a su mandato sobre este territorio. Es el 22 de marzo de 1946 cuando británicos y jordanos firman un tratado por el que Transjordania recibe el reconocimiento de Estado soberano independiente. En mayo de ese mismo año, Abdullah Ibn Husayn fué proclamado rey. Cuatro años más tarde, el 24 de abril de 1950, el Rey Abdullah, pese a la fuerte oposición de la Liga Árabe, decidió fusionar oficialmente toda Palestina - bajo control árabe - con Transjordania. Desde ese momento el país pasó a denominarse Reino Hachemi de Jordania, incorporando este nombre su vinculación al mundo Árabe, ya que Hashim, de quién desciende la Casa Real Jordana, fue abuelo del profeta Mahoma.

El talante de tolerancia entre el mundo árabe e israelí que practicó el Rey Addullah le supuso el mayor de los sacrificios costándole la vida en julio de 1951. Tras el corto periodo de un año, asume el reinado de Jordania quien sería vuestro marido, el Rey Hussayn I, hijo de Talal y sobrino de Abdullah. Hasta el mes de mayo de 1953 el Rey, dada su minoría de edad, actuó de la mano de un Consejo de Regencia.

Los inicios del reinado del Rey Hussayn fueron difíciles: conflictos fronterizos con los israelíes por problemas de uso de las aguas del Jordán; convulsiones políticas internas en Jordania con cambios drásticos en el Gobierno, formación de la Federación Árabe con Irak, ruptura temporal de relaciones diplomáticas con la República Árabe Unida y asesinato del Primer ministro Jordano Hazza Majuli en 1960, son un resumen del difícil reinado que ha marcado la historia del Rey Hussayn I.

Sin embargo, los primeros años de la década de los sesenta aparecen como un remanso de paz tanto en el contexto internacional como en la situación interna de Jordania. Es en ese lapso de tiempo cuando vuestra vida se une a la del Rey celebrándose vuestra boda en mayo de 1961. Acto muy popular que contó con la aceptación general del pueblo jordano. En 1962, un año después de vuestro matrimonio se producen dos felices acontecimientos de gran importancia para Jordania: el nacimiento de vuestro primogénito, el actual Rey Abdalá II y la celebración de elecciones con plena participación de todos los partidos políticos.

Permitidme ahora, Alteza Real, relatar algunos hechos acontecidos en vuestra trayectoria desde que abandonasteis vuestro país natal, Inglaterra, hasta que contrajisteis matrimonio con el Rey Hussayn de Jordania, para después centrarnos en vuestro trabajo en el país. Se trata de una historia jalonada de acontecimientos apasionantes, que requeriría ser narrada con muchos puntos suspensivos, tanto por el velo de misterio que encierran algunos capítulos como por la discreción que ha caracterizado todas vuestras actuaciones.

Vos nacisteis en Suffolk, Inglaterra, en la primavera de 1941. Sois la hija única del matrimonio formado por el ingeniero militar Walter Percy Gardiner y Doris Elizabeth Sutton. Vuestro nombre de soltera fue Antoinette Avril Gardiner y familiarmente os llamaban Toni. Trabajasteis en una empresa de ingeniería de Stratford-Upon-Avon, la mítica ciudad de Shakespeare. Erais buena deportista de jockey sobre hierba. El trabajo de vuestro padre hizo que residierais en diversos países orientales antes de que, en 1960, vuestro padre fuera trasladado a Amman como Teniente Coronel de la Misión militar británica en Jordania.

Dicen quienes os conocían, que erais una joven dulce y extrovertida. Quizá por ello, recién llegada a Jordania, no tuvisteis reparo en dirigiros de forma franca y directa al Rey Hussayn en una fiesta en la que coincidisteis. Era vuestro primer encuentro y al Rey le agradó vuestra sinceridad y la dulzura con que os dirigisteis a Él.

Meses después, en mayo de 1961 os casabais en Amman, después de vuestra conversión a la religión islámica y adquiristeis el nombre de Muna Al Hussein. Tuvisteis cuatro hijos: el primogénito Abdulla, actual Rey de Jordania, nacido en 1962. Un año después nació el Príncipe Faisal y, en 1968, dos niñas mellizas, las Princesas Aisha y Zein. Fuisteis siempre una atenta madre y esposa entregada. Pero también una mujer comprometida con vuestro pueblo.

Aprendisteis a pilotar aviones, a conducir automóviles deportivos y a cabalgar a lomos de hermosos caballos árabes, así como a pasar largas horas compartiendo con vuestro esposo otra de sus grandes pasiones: su emisora de radioaficionado. Pero hacíais todo ello con una total discreción, en un entorno de intimidad familiar.

Y sufristeis todas las vicisitudes que tuvo que afrontar el monarca hachemí durante los once años que compartisteis con Él. Vos, Alteza, habéis sido testigo directo de muchos de los atentados que sufrió vuestro esposo y de los que siempre salió indemne, quizás porque, como algunos cronistas han escrito, "Hussayn estaba protegido por un hálito mágico".

Vivisteis la terrible Guerra de los Seis Días, en 1967, que marcó el inicio del periodo más dramático del reinado de Hussayn. Si en aquella ocasión el ejército jordano se enfrentó contra Israel, tres años más tarde, en septiembre de 1970, tuvo que hacerlo contra los comandos palestinos. Una terrible paradoja para un monarca que fue siempre el gran defensor de la concordia entre ambos pueblos y la gran esperanza de occidente para alcanzar la paz en la zona.

Sois una mujer cuya discreción y generosidad le han llevado, durante sus más de cuarenta años de vida en Jordania, a desarrollar una activa labor social en favor de los desprotegidos y muy especialmente en beneficio de las mujeres jordanas. Labor que conocen y reconocen los ciudadanos de su país pero que ha transcendido muy poco fuera de Oriente Medio.

Erais muy joven cuando os casasteis con el Rey. Fue una boda discreta, como lo fue la residencia donde fijasteis vuestro hogar, en una colina de Amman. Pero a los diecinueve años y recién aterrizada en un país tan diferente a Inglaterra, vuestra sensibilidad os llevó a percataros de la situación en que vivía vuestro nuevo pueblo y a trabajar por Él.

Visitasteis los hospitales de Jordania, las prisiones de mujeres, las instituciones infantiles y las residencias de ancianos. Descubristeis que había una gran carencia de profesionales para atender a todos esos colectivos, especialmente desprotegidos en unos años difíciles para el mundo entero como fueron los primeros 60. Y tuvisteis la agudeza de pensar qué gran papel podía jugar en este sentido la mujer jordana, relegada en aquella época al ámbito puramente doméstico.

Fue así como en 1962, apenas un año después de vuestro matrimonio, creasteis la Facultad de Enfermería que lleva vuestro nombre. Fue el primer centro universitario creado en Jordania, cuya Universidad data de 1963, y la primera escuela oficial de ATS (Auxiliar Técnico sanitario) de toda la región. Sin duda, aquél fue un gesto valiente, fruto de vuestro compromiso con la realidad social jordana.

Pero no fue un gesto aislado. Vos os convertisteis en enfermera para dar ejemplo y animasteis a las familias jordanas a que enviaran a sus hijas a la nueva Facultad. Desde entonces, Jordania se ha convertido en un referente de esta profesión en todo Oriente Medio y jóvenes de diferentes países acuden a las ocho facultades de Enfermería que hoy existen en Jordania para cursar sus estudios.

Además, vuestro país aporta enfermeras tituladas a todo el mundo, incluidos países occidentales como Alemania e Inglaterra, desde hace muchos años. Una de las principales fuentes de riqueza de Jordania es precisamente los recursos humanos altamente cualificados. Es bien conocido que gran número de profesionales jordanos -especialmente médicos, ATS, abogados e ingenieros- son requeridos por otros países de la región dado el prestigio de vuestras universidades. Recientemente, Arabia Saudí demandó más de un millar de jueces jordanos para encargarles la reforma de su sistema judicial. Y todo ello obedece al dinamismo y el progreso alcanzado por Jordania en las últimas décadas; gracias, en gran medida, al talante democrático y conciliador del Rey Hussayn.

Vuestro país es un modelo de tolerancia y convivencia en un área de constantes conflictos. Jordania, que posee una Constitución democrática y realiza elecciones libres desde 1989, es un lugar de acogida de ciudadanos de diferentes culturas, religiones e ideologías. En un país con unos cinco millones de población autóctona, residen más de un millón de extranjeros que conviven en plena libertad y perfectamente integrados. Jordania es un país hospitalario y de fronteras abiertas, que por ello soporta gran parte de la emigración del mundo árabe.

Hoy en día dispone de un sistema de salud pública muy avanzado y de un sistema educativo que contempla la enseñanza obligatoria y gratuita hasta los 16 años. En los últimos tiempos, la mujer ha dado un gran paso en el acceso a todos los niveles de enseñanza y, curiosamente, hoy existen más mujeres universitarias que hombres en las edades comprendidas entre 20 y 24 años, lo que indica un cambio de tendencia. Las últimas estadísticas revelan que casi el 11% de las mujeres jordanas de esa edad cursan carreras universitarias, frente al 9% de los hombres. Del mismo modo, la mujer tiene peso en la vida política del país y existe una cuota de discriminación positiva para acceder al Parlamento.

Me consta, Princesa Muna, que Vos tenéis alguna responsabilidad en este gran avance social. Porque no sólo sois la artífice de esa Facultad de Enfermería que dotó a Jordania de miles de profesionales necesarios para sus sistemas de salud y asistenciales, sino que os implicasteis de forma muy directa en un proceso que ha hecho progresar a vuestro país y, probablemente, cambiar algunos enfoques sociales hacia actitudes más abiertas y dinámicas.

Un dato que confirma esta idea es el hecho de que Vos continuarais en esa labor humanitaria, con el mismo grado de compromiso, una vez finalizado vuestro matrimonio con el Rey Hussayn. Permanecisteis en Amman, sin duda por estar cerca de vuestros cuatro hijos, pero también indiscutiblemente porque teníais una gran misión que seguir cumpliendo con el pueblo jordano.

Habéis mantenido vuestra relación activa con la Cheshire Home, un centro de rehabilitación y residencia para discapacitados físicos. Habéis consolidado la enfermería como disciplina universitaria y contribuido a su expansión. Sois Consejera Honoraria del Centro de Colaboración al Desarrollo de la Enfermería de la Organización Mundial de la Salud y miembro del Consejo de Enfermería de la Universidad de Jordania. Y continuáis trabajando en este ámbito en cuantos congresos, conferencias y foros internacionales requieren vuestra presencia.

Recientemente habéis dado un paso más en aras de la calidad de esta profesión, tan sólidamente arraigada en vuestro país gracias a Vos, Alteza.

Me refiero a la creación del Consejo de Enfermería de Jordania, cuya Presidencia ostentáis, que aglutina a ATS (Auxiliares Técnico Sanitarios) altamente cualificados, tanto del estamento militar como del sector privado y cuyo objetivo principal es mejorar los estándares de calidad de la Enfermería en el país.

Para finalizar, debo felicitaros por vuestro empeño y por la impronta que habéis dejado -que estáis dejando- en el reino hachemita. Un territorio que ha sido cuna del cristianismo y crisol de la cultura árabe, donde el viajero puede recrearse con algunos de los parajes más extraordinarios del planeta. Contemplar una puesta de sol en el desierto de Wadi-Rum, extasiarse con la visita a Petra, la ciudad nabatea excavada en la roca que albergó el comercio del Extremo Oriente al Mediterráneo, o pasear por las ruinas greco-romanas de Jerash, después de haber visitado los mosaicos de Madaba y subido al Monte Nebo, tumba de Moisés, para divisar desde su cima todo el Valle del Jordán y el espectacular Mar Muerto... todo ello es un privilegio que justifica el orgullo que los jordanos sienten por su país.

Sé que compartís ese sentimiento y que ello ha sido un acicate en vuestra labor a lo largo de estos años. Es evidente que vuestro ejemplo ha calado muy especialmente en la mujer jordana, y que esa huella ha contribuido a modernizar un país que hoy tiene a vuestro hijo, el Rey Abdullah II, al frente del Estado y a su esposa, la Princesa Rania Yassin, enormemente implicada con el desarrollo profesional de la mujer jordana.

Esta es una modesta enumeración de los méritos que desde el Consejo Social hemos entendido os hacen acreedora del título que a continuación vais a recibir. Quiero destacar, en este caso, uno de ellos como principal. Si la figura de la madre debe ser reverencial, en Vos esta maternidad se complementa con el orgullo y la responsabilidad de haber dado a Jordania su actual Rey.

Os agradecemos, Alteza Real, la aceptación de vuestro nombramiento como Doctora Honoris Causa de la Universidad Politécnica de Valencia y confiamos en que la pertenencia a nuestro claustro haga aún más estrechas las magníficas relaciones que esta institución académica mantiene con las universidades jordanas.

Muchas gracias

Laudatio de S.A.R. la princesa Muna al Hussein de Jordania por la Excma. Sra. Ángela García

Alteza Real,
Excelentísimo Sr. Rector Magnífico de la
Universidad Politécnica de Valencia,
Dignísimas autoridades,
Señores Claustrales
Señoras y Señores,

Todos recordamos en algún momento de nostalgia aquellas historias de nuestra infancia donde princesas hermosas y generosas transformaban la realidad con el encantamiento de sus palabras.

Vos alteza, al igual que aquellas princesas también habéis transformado la realidad de muchas mujeres de Jordania, vuestro país, y no ha sido con maravillosos encantamientos sino a través de la cultura, de la formación y el conocimiento que es el arma liberadora del ser humano.

Sin pretensión de relatar la historia, sólo apuntaré que fuisteis la fundadora de centros de formación profesional para mujeres, las cuales junto a colegas varones se

integrarían más tarde a la vida profesional, con relevantes factores de éxito, un éxito precedido por el esfuerzo que ha superado el ámbito nacional y ha situado a la mujer jordana en lugares profesionales cualificados dentro y fuera del país.

La investigación, la docencia, el estudio y el trabajo son los materiales de que esta hecha nuestra Universidad, Vuestra labor docente que tanto os honra os vincula a nosotros, a nuestra labor docente formadora de mujeres y hombres para que a través de la educación, la técnica y los conocimientos sean mas libres, más generosos y útiles a la sociedad a la que servimos todos, y proyectar así un futuro menos imperfecto que nuestro presente.

Muchas gracias Alteza, y permitidme que mi agradecimiento esté fuertemente teñido por mi condición femenina ya que ella me hermana con todas las mujeres. Gracias y sed bienvenida.

Así pues, considerados y expuestos todos estos hechos, dignísimas autoridades y claustrales, solicito con toda consideración y encarecidamente ruego que se otorgue y confiera a su Su Alteza Real La Princesa Muna Al Hussein el supremo grado de Doctora Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia.

Ángela García


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