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LOS MONTES Y LA CARTUJA DE PORTA-COELI

La naturaleza resucita en las paredes calcinadas de Sierra Calderona (Valencia)

Ruta verde de Porta-Coeli
El monte de Porta-Coeli, con unas 3.000 hectáreas de extensión, todas ellas en el interior del término municipal de Serra, es uno de los parajes de mayor valor ecológico de la provincia de Valencia, a pesar de las graves alteraciones provocadas por los cultivos madereros y los incendios forestales.

Como el ave Fénix, los montes de Porta-Coeli resucitan poco a poco de sus cenizas tras los terribles incendios forestales que asolaron este sector de la sierra Calderona a finales de los años setenta. El principal problema de sierra Calderona es su proximidad a una gran ciudad como Valencia, lo que la convierte en la zona de montaña que tienen más a mano sus habitantes. Un buen puñado de gente, generosas facilidades de acceso a través de pistas forestales y un adorno de cultivos madereros que arden como la yesca son los tres ingredientes de una receta que casi siempre termina por quemarse.

Quince años después de aquella oleada de incendios, la naturaleza ha devuelto el verdor a las laderas calcinadas de Porta-Coeli, pero apenas presta atención a los pinos carrascos, principal combustible de aquellos fuegos, sino que ha restituido el matorral mediterráneo propio de estas montañas próximas al mar. Es fácil comprobar cuáles son las especies que han salido perfudicadas o beneficiadas tras el paso del fuego. Bajo las copas quemadas de los pinos que aún quedan en pie reverdecen mirtos y coscojas, lentiscos, madroños, aladiernos, jaguarzos, palmitos y todos los componentes de esa heterogénea comunidad vegetal que los botánicos denominan máquia mediterránea. Poco sospechaban los cartujos de Porta-Coeli que, entre domingueros e incendios, recuperarían la paz rodeados de una vegetación antigua y genuina como la que conocieron los monjes de antaño.

El recorrido propuesto parte precisamente de la puerta de acceso a la cartuja de Porta-Coeli y sigue una pista que marcha paralela a las tapias del monasterio. Poco más adelante pasa bajo los arcos del acueducto que abastece de agua a los monjes de San Bruno y penetra en los montes quemados, al mismo tiempo que gana altura y ofrece buenas vistas sobre el grandioso complejo arquitectónico de la cartuja. Los pajarillos ligados al pinar, carboneros grarrapinos y herrerillos capuchinos, han dejado paso a los que se mueven a sus anchas por las zonas enmarañadas de matorral, como la curruca cabecinegra y el chochín. Respecto a los insectos, cuya variedad iba pareja a la de la flora, han sido objeto de varias campañas de estudio impulsadas por entomólogos de la Universidad de Valencia, lo que refuerza la importancia ecológica de estos montes. El resto de la fauna tardará más en colonizar de nuevo unas laderas que se encuentran en plena fase de recuperación.

El camino sigue por respetable repecho hasta tropezar con una desviación que conduce a la Font del Marge, un lugar bastante deteriorado que languidece a la sombra de gigantescos eucaliptos, aunque dispensa excelente agua potable. La subida se mantine hasta un cruce de pistas, y allí tomaremos la que sale hacia la izquierda para descender por el barranco Rubio, con sus afloramientos de roca caliza y unas laderas que no llegaron a arder. Justo en un punto donde la pista parece asomarse al barranco de Porta-Coeli, que ha quedado hacia Levante, nos desviaremos por un caminillo que conduce de nuevo a la puerta de la cartuja.

Curruca cabecinegra

Datos prácticos


Situación: en el extremo norte de la provincia de Valencia.
Protección existente: zonas de interés en trámite.
Punto de partida y de llegada: cartuja de Porta-Coeli.
Distancia: 9,5 kilómetros.
Altitud: entre 280 y 600 metros.
Como llegar: desde Valencia, por la V-604 hasta La Mallá (conexión con la autovía de circunvalación a la altura del pueblo de Bétera), y desde allí por una carretera local que muere a las puertas de la Cartuja de Porta-Coeli. Serra está unida a Valencia por seis autobuses diarios, cuatro durante los días festivos.
Cuando ir: en cualquier época del año.
Valores naturales: pinares calcinados que poco a poco van siendo sustituidos por una espesa máquia mediterránea de heterogénea composición. La fauna que con más facilidad ha comenzado a recolonizar este matorral es la alada. Murciélagos, aves e insectos son los habitantes más frecuentes.
Recomendaciones especiales: no hacer nunca fuego en el monte.
Obras del hombre: cartuja de Porta-Coeli (data de los siglos XIII-XVII) y acueducto gótico (siglo XV); en Serra, Cantó de la Torre (antigua torre defensiva árabe actualmente en el centro de la población) y castillo.
Comer y dormir: en Serra, bar Descanso (estupendas paellas de encargo, según la receta más ortodoxa de la zona) y restaurante La Sal; abundante oferta hotelera en Sagunto y Valencia.
Mapas: hoja número 668 del Servicio Geográfico del Ejército.
(Fuente: "1995. Rafael Serra Naranjo. Ilustración: Antonio Grajera. El País-Semanal")

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