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"Fuera de escena es un grupo hecho por alumnos y para alumnos. Aprendemos los unos de los otros. Algunos sí hemos recibido alguna formación como actores, pero viene mucha gente que no, y participamos todos de lo mismo".

Así explica Ramón Fandos, miembro de Fuera de Escena, qué es y cómo funciona este grupo de teatro integrado en Generación Espontánea, la plataforma institucional de la UPV que fomenta y apoya la realización de actividades extracurriculares, contribuyendo al desarrollo formativo y la adquisición de competencias transversales del estudiante.

En palabras de Adrián Moreno, fundador del grupo, "para entrar en Fuera de escena hay que ser un sinvergüenza, o tener ganas de perder la vergüenza, mejor dicho. Porque luego siempre formamos una piña espectacular. Es la primera regla que aprendimos en el Taller de Teatro de la UPV, que si te caes vas a tener a todos tus compañeros para levantarte".

Los inicios, un caos

Fuera de escena tiene su origen en 2015, según relata el propio Adrián: "Éramos dos personas del Taller de Teatro de la UPV. Llevábamos bastante tiempo, y nos enteramos de que existía Generación Espontánea. Entonces pensamos 'podríamos montar un grupo de teatro', y empezamos a montarlo, como si fuera fácil (ríe). El primer año fue un caos total, porque venía gente que se comprometía y, a los tres meses, desaparecía... Al principio ensayábamos en el sótano de la Casa del Alumno, fue muy duro...".

Sin embargo, poco a poco, el proyecto se consolidó y hoy ya ha representado dos obras. "Primero", indica Ramón, "un guion de Woody Allen que fue un éxito, con actores que salían desde el público, otros que gritaban desde él... Y después, otra escrita por Adrián, en la que hemos podido llevar todo el proceso adelante, desde cero, y también ha sido un éxito".

"Se llama Negando al destino", toma el relevo su creador, "y ahora estamos viendo si conseguimos volver a representarla. Para mí fue toda una experiencia. Sacar de algo que había escrito yo toda una obra de teatro completa... Y también para el grupo de teatro. No era algo dado por un profesor, que no fuera algo nuestro. Es decir, al final la escribí yo, pero en el proceso participamos todos, y eso, como grupo, fue muy intenso".

Un grupo variado, multifuncional y con las puertas abiertas a cualquier interesado

En cuanto a los miembros del grupo, Ramón explica que es de Bellas Artes y se apuntó "porque quería experimentar lo que es el teatro. Se puede pensar que por ser de Bellas Artes vas a tener más afinidad con este ámbito, pero mi experiencia en el grupo me dice que hay gente de todas las ramas, que todos han aportado muchísimo y que cualquiera puede tener interés e implicarse en cosas artísticas con independencia de a qué se dedique".

De hecho, en Fuera de escena, no solo caben actores, como indica Adrián: "Todo lo que se necesita para hacer una producción teatral lo hacemos los alumnos, por lo que, aunque la mayoría de personas vienen para ser actores, también necesitamos gente que diseñe, que escriba guiones, que caracterice, que haga escenografía... Todo ese abanico de posibilidades, está".

"Es una inversión en tu propio desarrollo"

"Te puede quitar tiempo del día a día, pero lo hacemos con mucho gusto. Es más bien una inversión en tu propio desarrollo", afirma un Ramón que reconoce que "a mí, el aplauso me ha llegado a asustar. Se puede sentir uno muy a gusto, depende de la situación, pero de repente tanto sonido, cuando tú estabas en tu personaje, en tu situación...".

Por el contrario, para Adrián, es su "adicción. Recuerdo mi primera obrita, en la que al final moría, y estando ahí en el suelo, me aplaudieron y fue como uff, por esto hago las cosas. Y esas veces que te cansas... para mí el aplauso es el pago, el reconocimiento de la gente que ha venido a pasar un buen rato, y ves que lo hemos conseguido".

El actor, ¿nace o se hace?

Para Adrián, en todo caso, "la expresión artística es algo muy necesario. No quita que no me guste la informática, pero una cosa es lo intelectual y otra es la pasión sobre un escenario, que es muy bonita y muy necesaria, para cualquier ingeniero y para cualquier persona".

A ese respecto, él cree que "el actor nace, es algo intrínseco, aunque también es verdad que nunca lo había hecho hasta que entré en la UPV". Ramón no comparte la opinión de su amigo y compañero: "Yo pienso que se hace, que esa semillita la tenemos todos, que cualquiera puede explorar esa faceta. Puedes caracterizarte con cualquier rol y darte esas libertades que en la vida no se dan".

De hecho, en este sentido, Adrián señala que "dicen que cuanto más distinto es el personaje al actor, más se disfruta de él, y es verdad. Es cambiar de piel. Hay mucha gente que es extremadamente tímida y, a raíz del teatro, se vuelve mucho más extrovertida y abierta. Te aporta algo genial para el resto de la vida". Si tú también lo quieres, tu sitio está, sin duda, Fuera de escena.

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