Un equipo de investigadores pertenecientes al Centro de Tecnología Nanofotónica (NTC, por sus siglas en inglés) de la Universitat Politècnica de València (UPV) ha ideado unos nuevos dispositivos cuyos componentes pueden comunicarse entre sí mediante tecnología inalámbrica, facilitando la fabricación de chips que, a su vez, podrían realizar operaciones más complejas.
Su trabajo, que ha sido publicado en la revista Nature Light: Science and Applications, podría suponer un cambio de paradigma en el diseño de chips, dotándolos de mayor versatilidad y haciéndolos dinámicamente reconfigurables. La investigación, además, posee también importantes aplicaciones para el sector biomédico.
Un estudio pionero a nivel internacional
El estudio realizado por el NTC-UPV es el primero, a nivel internacional, en demostrar el concepto wireless on chip. Actualmente, tanto en los chips electrónicos como fotónicos, las comunicaciones entre las distintas partes se llevan a cabo de forma guiada mediante pistas metálicas -en el caso de los electrónicos- o guías de ondas por las que viaja la luz -en los fotónicos-.
Sin embargo, como explica Javier Martí, director del NTC-UPV, "con este nuevo diseño, cualquier parte del chip se puede intercomunicar mediante una serie de nanoantenas dieléctricas. Nuestro trabajo aporta un nuevo concepto de interconexión más universal y amplía la versatilidad de los chips".
Una de las principales ventajas de este cambio de paradigma es la capacidad de reconfiguración del chip. Hoy en día, a la hora de diseñarlos, se establece una red de interconexiones concreta para cumplir una función determinada, dificultando la reconfiguración.
Frente a ello, del mismo modo que ocurre con los sistemas de conexión radio, como las redes wifi, "el hecho de que la interconexión sea inalámbrica permite que se pueda reconfigurar más fácilmente y que el chip pueda ser utilizado para múltiples aplicaciones", añade Martí.
Usos biomédicos y agroalimentarios
Así mismo, el uso de las citadas nanoantenas abre la puerta a la realización de chips capaces de analizar muestras de diferente naturaleza sin necesidad de estar en contacto con las mismas y que, además, pueden ser reutilizados.
De hecho, una de las posibles aplicaciones del trabajo de los investigadores de la UPV se centra en el ámbito biomédico, en el desarrollo de nuevos sensores de análisis médico y dispositivos como los citómetros, utilizados para la clasificación celular.
"En este caso", indica Carlos García Meca, investigador del NTC-UPV, "se facilitaría la detección de enfermedades, reduciendo en varios órdenes de magnitud el coste y tamaño de los equipos actuales. Fluyendo una simple muestra de plasma en el dispositivo, permitiría distinguir aquellas células que están afectadas por una patología concreta de las que no lo están. Además, posibilitaría la realización de múltiples análisis simultáneos y el procesado de datos en un único chip. En cierto modo, sería como tener un laboratorio de análisis en el bolsillo".
Otro de los participantes en la investigación, Sergio Lechago, concluye añadiendo que, "del mismo modo, este tipo de dispositivos basados en citometría nanointegrada u otras técnicas similares, permitirían detectar y medir la concentración de agentes contaminantes, como por ejemplo bacterias, lo cual tiene aplicaciones directas para el análisis biomédico o agroalimentario".
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