•  I
• a · A  I
• Accesibilidad  I
• Mapa web  I
• Buscar  I
• Directorio

• ::  Iniciar sesión :: 

Un equipo de la Universitat Politècnica de València (UPV), dirigido por el catedrático Francisco García, ha coordinado técnicamente al grupo multidisciplinar que ha localizado el escenario donde el poeta y dramaturgo Federico García Lorca, el maestro republicano Dióscoro Galindo y los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcoyas fueron asesinados durante la madrugada del 17 al 18 de agosto de 1936, así como los pozos en los que inicialmente fueron depositados los cuerpos.

Así mismo, durante su investigación en la localidad granadina de Alfacar, ha sido localizada también la bala que, teniendo en cuenta los indicios y las fuentes correspondientes al suceso existentes, podría haber causado la muerte del prestigioso autor.

Un tiro de gracia

Javier Navarro, arqueólogo que dirige su tercera excavación en el lugar, afirma sobre el hallazgo de "un proyectil de Máuser" que "los especialistas en balística nos comentan que atravesó un cuerpo semiduro, impactó en tierra y perdió su núcleo de plomo, pero mantiene la envoltura metálica. Por la deformación, pensamos que corresponde a un tiro de gracia. Y si tenemos en cuenta que, en las fuentes manejadas, solo se habla de tiro de gracia con respecto a uno de los personajes, podríamos haber encontrado una de las balas que mató a Federico García Lorca".

Sobre la imposibilidad de hallar los cuatro cuerpos, Francisco García señala: "Podemos concluir que es el escenario donde fueron fusilados y el lugar donde fueron depositados los cuerpos inicialmente. Sin embargo, no ha sido posible hallar los cuerpos. No en vano, a partir del año 38, parece ser que se los llevaron de ahí".

Reconstrucción del escenario en 1945

Para certificar la ubicación del suceso, los investigadores de la UPV han realizado una prospección geofísica y un estudio de fotogrametría de la zona desde el año 1945 hasta la actualidad y han localizado una serie de montículos que podrían señalar los pozos indicados en documentos históricos.

"Lo que se hizo", explica García, "fue acotar esa zona con un georradar, hacer un tridimensional y detectar, a unos 4-5 metros de profundidad, qué tipo de anomalías podían generar esos montículos. Se vio que eran cuatro y que uno de ellos coincidía con la fotointerpretación geológica realizada y con los fotogramas. Fue la zona de excavación, y donde se recogieron los casquillos".

Fernando Buchón, profesor del Departamento de Ingeniería Cartográfica, Geodesia y Fotogrametría de la UPV, añade que, "gracias a la generación de coordenadas por fotogrametría, podemos identificar a través de un GPS los puntos en los que en 1945 había una anomalía, es decir, un montón de piedras, una pequeña depresión. es volver a reconstruir cómo estaban los elementos en aquel momento".

La UPV ha coordinado los estudios de prospección geofísica en las zonas previamente delimitadas por el arqueólogo Javier Navarro Chueca y el historiador Miguel Caballero. Para llevar a cabo su labor, los investigadores de la UPV han utilizado un georradar de 400 MHz.

Noticia UPV TV
Descargar archivo