La Universitat Politècnica de València (UPV) y la multinacional estadounidense Ford trabajan de manera conjunta desde 2011, año en que la compañía comenzó a incorporar tecnología desarrollada por el Instituto de Diseño y Fabricación (IDF-UPV) a túneles inteligentes capaces de detectar fallos minúsculos en carrocerías.
Hoy, la UPV y Ford son aliados tecnológicos en 4 países -España, Alemania, Estados Unidos y Canadá- donde su labor conjunta ha cristalizado en la creación de 13 túneles. De ellos, tres están instalados en Europa: uno en la planta de Almussafes, otro en Genk (Bélgica) y dos en Alemania (Saarlouis y Colonia). En Estados Unidos, son 8 las unidades instaladas: tres en Kentucky, dos en Detroit y una en Chicago, Michigan y Missouri, respectivamente. A ellas hay que añadir dos más en Canadá.
Basado en técnicas de visión artificial
El túnel de inspección de defectos en carrocerías está basado en técnicas de visión artificial y se compone de un sistema de visión a través en cámaras dotadas con sofisticados algoritmos de detección y clasificación de defectos; una estructura mecánica de robot porticado que sustenta los dispositivos de adquisición y mueve los elementos de iluminación; y un conjunto de pantallas, como interfaz para los operarios, donde los defectos son resaltados para su reparación manual.
El equipo de adquisición de imágenes está compuesto por 12 cámaras digitales de alta resolución, capaces de obtenerlas con una frecuencia de 15 imágenes por segundo. Cada cámara visualiza una parte de la carrocería, con márgenes de seguridad suficientes para que no se pierda ningún defecto sobre la misma. Así mismo, por lo que se refiere al subsistema de monitorización, proporciona información sobre la naturaleza y localización de los defectos a los operarios ubicados en el área de pulido.
Instalados en la línea de producción a la salida de los hornos de pintura, los túneles son capaces de detectar fibras de hasta 6 mm de longitud y 0.5 de grosor, manchas irregulares con diámetro entre 3 y 6 mm, partículas desprendidas de útiles y herramientas con diámetro entre 3 y 6mm, o partículas de polvo de unos 0.3 mm de diámetro, entre otros. Al final del proceso, los defectos son mostrados en pantalla para su reparación, quedando a su vez almacenados de manera clasificada.
Un 20% más de vida
Tradicionalmente, en las factorías de coches se han venido utilizando operarios especializados para inspeccionar las carrocerías pintadas buscando defectos. Ello genera una gran fatiga visual y no se hace de forma sistemática, lo que afecta de manera importante a la calidad del producto. No en vano, se estima que más de un 50% de los defectos menores no son detectados en el corto tiempo de paso de las carrocerías por la zona de inspección y constituyen fuentes de corrosión que reducen la vida de la carrocería.
A este respecto, Josep Tornero, director del Instituto IDF-UPV, señala que, "con esta innovación, es decir, mediante la automatización del control de calidad en línea, se obtiene un aumento de la productividad y la mejora de la calidad del proceso de pintura de superficies. De hecho, con este aumento de calidad se estima que se incrementará la vida media de la carrocería en 20%, al tiempo que se minimizan los rechazos en un 50%".
En el proyecto intervienen también la empresa ICEMI, que comercializa el sistema de inspección al tiempo que desarrolla toda la electromecánica del túnel; AUTIS Ingenieros, responsable de la re-implementación del software en un hardware industrial y la Asociación IDF, que apoya en las labores de implantación de los sistemas.
Global I+T, el 23 de noviembre
Este será uno de los casos de éxito de transferencia UPV-empresa que serán presentados en Global I+T, el mayor evento internacional de innovación empresarial, que este año se celebrará el próximo 23 de noviembre, de modo simultáneo, en 12 sedes. Entre ellas, la UPV.
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