Kerionics y Wireless Power, iniciativas empresariales surgidas del Instituto de Tecnología Química (UPV-CSIC) y el Grupo de Fenómenos Ondulatarios de la Universitat Politècnica de València (UPV) respectivamente, son dos de las ganadoras de la cuarta edición del Fondo de Emprendedores de la Fundación Repsol.
Ambas, junto al resto de vencedoras, han resultado elegidas entre más de 200 propuestas tras superar un exhaustivo proceso de evaluación y selección. Así, el pasado mes de julio se realizó una primera criba en la que se eligió a las 15 iniciativas finalistas. Posteriormente, como novedad en esta edición, éstas fueron incorporadas a un proceso de 'preincubación' de dos meses tras el que han sido premiados los mejores proyectos e ideas.
Recibirán, entre ambas, más de 300.000 euros de ayuda
Kerionics, que ha sido galardonada en la categoría de proyecto empresarial, inicia ahora su proceso de incubación, para el que recibirá un apoyo económico de hasta 288.000 euros durante un máximo de dos años.
Por su parte, Wireless Power, condecorada en la clase ideas, percibirá 24.000 euros de la Fundación Repsol, durante un año, para su maduración.
Además, las dos iniciativas contarán con un equipo de tutores, asesoramiento técnico y legal, una formación adecuada a sus necesidades específicas, y un espacio de trabajo propio en el Centro de Tecnología Repsol.
Kerionics fabrica membranas cerámicas no porosas que producen oxígeno
Kerionics es una empresa de base tecnológica surgida del Instituto de Tecnología Química (ITQ), centro mixto de la UPV y el Consejo Superior de Investigaciones (CSIC). Su proyecto se centra en la fabricación de módulos de membranas cerámicas no porosas que producen oxígeno.
Su tecnología permite separarlo del resto de los componentes del aire. Para ello, aprovecha el calor residual generado en industrias a partir de procesos térmicos de combustión como la fusión de vidrios y fritas, la metalurgia, la fabricación de cemento, etc.
Todos ellos necesitan oxígeno para su ignición, lo que convierte a las membranas de Kerionics en ventajosas, ya que son capaces de producirlo en el mismo lugar donde se va a utilizar, haciendo que el oxígeno obtenido sea más económico y flexible en su uso.
José M. Serra, investigador del ITQ y uno de los promotores de Kerionics, explica que aprovechan "el calor residual de las plantas donde se instalan. Generalmente, éste no se utiliza. De hecho, incluso, se usa energía extra para disiparlo".
Kerionics es la única iniciativa que desarrolla módulos de membrana de O2 para este tipo de industria. Existen otras tecnologías (ASU, Air Separation Unit), pero éstas necesitan más tiempo para producirlo. Además, normalmente, se almacena en tanques y se transporta hasta las industrias en las que va a ser utilizado, generando tanto mayores costes como impacto ambiental.
Wireless Power transfiere potencia sin contacto
Por su parte, Wireless Power ha sido ideado desde el Grupo de Fenómenos Ondulatorios (GFO) de la UPV. Se trata de un sistema inalámbrico de transferencia de potencia sin contacto, basado en el acoplamiento de resonancias electromagnéticas, para la carga de dispositivos, como por ejemplo, teléfonos móviles.
Esta tecnología se basa en la utilización de una pareja de dispositivos diseñados con cristales fotónicos radiales. Uno de ellos actúa como transmisor de la energía, mientras que el segundo se ubica en el dispositivo que se quiere cargar. Entre ambos, se produce un fenómeno conocido como acoplamiento de resonancias, que finalmente permite la carga o recarga del equipo.
Estos dispositivos presentan dos ventajas fundamentales. Por un lado, son capaces de mantener una buena transferencia de potencia a distancias de separación elevadas entre fuente y receptor. Por otro, permiten la reducción del tamaño del sistema, lo que facilita su integración en otros equipos o mobiliario
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