El 12 de septiembre de 2019 las fuertes lluvias provocaron una importante crecida del río Clariano que, a su paso por Aielo de Malferit, se llevó por delante el Pont d’Allà Baix. Una estructura histórica para esta localidad de la Vall d’Albaida, que formaba parte de su paisaje natural y cultural.
Con la mirada puesta en su futura reconstrucción, el Ayuntamiento de Aielo de Malferit ha encargado un estudio previo a la Universitat Politècnica de València, que ha sido desarrollado por un equipo multidisciplinar, liderado por los profesores Camilla Mileto y Fernando Vegas, del Centro de Investigación en Arquitectura, Patrimonio y Gestión para el Desarrollo Sostenible.
El equipo --que está formado por profesionales de la arquitectura, la ingeniería, las estructuras, la topografía, la historia, la arqueología, la química y la investigación-- ha realizado el estudio histórico; el levantamiento topográfico, métrico y fotométrico; el estudio mineralógico y petrográfico de los morteros, y el análisis del mecanismo estructural del colapso del puente bajo la presión de la riada. Además, han desarrollado un protocolo de actuaciones arqueológicas previstas y han extraído conclusiones con unas líneas guía para una futura reconstrucción.
Los restos del Pont d’Allà Baix sobre el río Clariano pertenecen a un puente que se construyó en el siglo XVI y que fue parcialmente arrasado por una riada en el siglo XVIII, que se llevó por delante las arcadas, aunque respetó las pilas con sus tajamares. Tras este episodio, se creó un pontón de paso tendiendo troncos y vigas de madera entre las pilas.
A principios del siglo XX se sustituyó esta solución provisional del pontón con nuevas arcadas de piedra y hormigón. En esta operación de reconstrucción, se reforzaron las pilas históricas del siglo XVI con un sobrecimiento sobre la antigua cimentación de cal y canto, y se rejuntaron sus sillares. Este es el puente que se hacía servir hasta que la riada de 2019 lo arrastró.
El puente del siglo XVI estaba construido con una cimentación de cal y canto, y pilas de sillares de piedra aparejados con mortero de cal, mientras que la reconstrucción de las arcadas y el tablero de los primeros años del siglo XX tuvo lugar con un hormigón y mortero de cemento Portland primitivos, en combinación con cemento natural.
La reconstrucción del puente tuvo lugar en el momento de transición entre el uso del cemento natural y el cemento artificial Portland. Ambos cementos poseían prestaciones similares de hidraulicidad, pero poseen un diverso comportamiento.
“La distinción actual entre ambos cementos requiere un grado de especialidad tal que ha sido necesario recurrir a uno de los pocos laboratorios químicos expertos en la materia, ubicado en Italia”, ha explicado Fernando Vegas.
El estudio ha determinado además que en la reconstrucción del puente se emplea un armado con barras de hierro de sección redonda y cuadrada sin corrugar, que se observan perfectamente insertadas en la masa de hormigón de cemento y contemporáneas a este. “Es por tanto un caso muy primitivo, uno de los primeros puentes construidos en España con hormigón armado”, añade Vegas.
Para el estudio estructural del puente, el grupo investigador ha utilizado el programa informático ANGLE, desarrollado en el Departamento de Mecánica de Medios Continuos y Teoría de Estructuras de la UPV, que dirige el profesor Adolfo Alonso Durá.
Adolfo Alonso, junto a Ricardo Perelló Rosso, ha realizado la modelización estructural que puede servir de base para el diseño de la futura reconstrucción del puente histórico, con los elementos necesarios que permitan que pueda resistir envites incluso más fuertes de los que lo hicieron colapsar durante la última riada.
Tras el estudio previo de reconstrucción, explica Camilla Mileto, “ahora es necesaria la elaboración de un detallado estudio hidráulico sobre el comportamiento del cauce del río y del puente, así como un estudio geotécnico y el proyecto de reconstrucción que devuelva al puente a su configuración previa a la riada, con las suficientes garantías y refuerzos adicionales como para soportar el envite de riadas futuras”.
Fotografía: Rafa Morant
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