Cuentan que John von Neumann, genio matemático del siglo XX y pionero de la computación, tenía en su despacho una única fotografía enmarcada, que mostraba a una persona corriente, a un perfecto desconocido.
Los visitantes, al verla, se preguntaban si sería un pariente o un amigo. Finalmente un día, Neumann, famoso por su prestigio e inteligencia, pero también por su sentido del humor, aclaró que el anónimo del portarretratos no era otro que su profesor de matemáticas, el maestro que había despertado en la curiosidad por el cálculo en su Hungría natal.
Esta anécdota, relatada ayer por el rector de la Universitat Politècnica de València (UPV) Francisco Mora durante el acto de Magistrales, sirve para poner de relieve la importancia que en muchos casos tiene una buena profesora o profesor a la hora de decidir el futuro de cualquier persona.
"Cuando preguntamos qué había animado a nuestros alumnos a elegir una titulación tecnológica, de gestión o de artes, nos dimos cuenta de que la motivación de un buen docente en etapas anteriores a la universidad es clave. Eso nos llevó a consultar con nuestros estudiantes de primer curso a quiénes recordaban por su buen hacer. Ellos eligieron a los 50 aquí presentes, aunque, afortunadamente, los buenos sois muchos más", afirmó Mora.
Un reconocimiento a toda la profesión
Fue así cómo nació la idea de Magistrales, una iniciativa de la UPV que pretende reconocer la labor de toda una profesión: la del docente de ESO, Bachillerato y Ciclos Formativos. Por coincidir con el 50 aniversario de la UPV, el número de seleccionados se concretó en el medio centenar, a partir de las opiniones de los alumnos. Ellos eligieron a aquellos docentes que en su día les marcaron por sus excepcionales capacidades, su dedicación, el dominio de su asignatura, su paciencia, su implicación y/o su habilidad para motivarles.
"Nuestra comunidad de profesores de Secundaria es muy buena. Lo vemos constantemente en todas las actividades que organiza la UPV. Participan siempre en todo lo que proponemos y lo hacen con un nivel extraordinario", declaró el rector.
Un acto emotivo
Tampoco fallaron ayer en su acto de reconocimiento. Estuvieron presentes los 50 profesores elegidos, acompañados de familia y amigos, y de los directores de los centros de enseñanza en los que estos impartían clase en el momento en que fueron seleccionados. También asistieron una gran parte de los alumnos de primero que los recomendaron, en algunos casos, con más compañeros de clase de aquella etapa. Con un Paraninfo repleto, los presentes disfrutaron de un evento con buena carga de emotividad. Felices y orgullosos, agradecieron el reconocimiento e insistieron en que la UPV consolide en el tiempo una iniciativa que no hace sino justicia con la extraordinaria labor de quienes, sin duda, ayudan a hacer mejor el mundo.
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