Conocer el impacto que tienen los metales pesados en una estación depuradora de aguas residuales (EDAR) y desarrollar posibles métodos de eliminación que permitan la conservación del medio ambiente y la salud humana. Este es el principal objetivo del Trabajo Final de Máster “Estudio de la eliminación de cobre, níquel y cianuro en la EDAR de Ibi”, realizado por Estefanía Castro Rubio y becado por la Cátedra Aguas de Valencia, durante el curso 2017-2018.

El estudio dirigido por los Ramón Barat y Daniel Aguado (IIAMA-UPV), y por el técnico de Global Omnium, Sergio Lloret se desarrolló en la EDAR de Ibi (Alicante), que proporciona servicio a alrededor de 20.000 habitantes.

“Concretamente, la depuradora de Ibi recibe aguas provenientes de la industria de la zona, con contenido de cianuros y de metales pesados como zinc, níquel y cobre. Estos metales se caracterizan por ser persistentes, no biodegradables, tóxicos y bioacumulativos”, afirma la autora del estudio. Por este motivo, se estudia la posible aplicación de la adsorción y la precipitación química como tecnologías para la eliminación de cobre (Cu), níquel (Ni) y cianuro (CN-).

Trabajo desarrollado

Para desarrollar el proyecto, inicialmente se analizó el comportamiento de la EDAR identificando las deficiencias del proceso.  Posteriormente, se caracterizó el influente del proceso biológico y los parámetros cinéticos de las bacterias heterótrofas y autótrofas empleando técnicas respirométricas, para su posterior simulación en el software DESASS.

De hecho, mediante experimentación se evaluaron las técnicas de más fácil implementación para la eliminación de metales pesados como son: la precipitación química y la adsorción.

“Para determinar si la adsorción es una técnica efectiva para la eliminación de Cu, Ni y CN- en la EDAR estudiada, se realizaron ensayos a nivel de laboratorio, mientras que para la optimización del proceso de precipitación química se realizó un diseño experimental que permitió estimar la posible interacción de dos factores (dosis de coagulante y pH) a cinco niveles para tres variables: cobre, níquel y cianuro”, explica Estefanía Castro.

Tras el trabajo efectuado, la investigadora indica que se ha demostrado que la solubilidad de los hidróxidos metálicos se minimiza a pH básicos, “por lo cual un ajuste de este parámetro seguido de un proceso de floculación y sedimentación permiten la eliminación de metales disueltos en el agua residual”.