La nueva red de ciudades inteligentes es un marco estable para compartir conocimientos, poner en común experiencias prácticas y ahorrar en la implantación de ciudades inteligentes.

Los representantes de 15 ayuntamientos se han reunido hoy en Logroño para impulsar la creación de la Red de Ciudades Inteligentes, una asociación de entidades locales que impulsará la cooperación entre administraciones en el campo del desarrollo tecnológico y la innovación urbana. A la reunión asisten responsables de innovación de Málaga, Barcelona y Madrid y los alcaldes de Santander, Logroño, Cáceres y otras grandes ciudades.

Las ciudades inteligentes representan un desafío para los gestores públicos y una oportunidad para el desarrollo de un sector tecnológico e innovador. Los gestores públicos deben proporcionar a sus ciudadanos servicios cada vez más complejos, sostenibles y de mejor calidad en un entorno de restricciones presupuestarias. Estos desafíos sólo se pueden conseguir con la aplicación intensiva de la tecnología, lo que ofrece grandes oportunidades de desarrollo económico en torno a los servicios construidos para las ciudades.

La consultora IDC en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid presentó el pasado 27 de septiembre el primer estudio que analizaba la implantación de las ciudades inteligentes en España. En este estudio se puso de manifiesto el liderazgo de un conjunto de ciudades -Málaga, Barcelona, Santander, Madrid y San Sebastián- cuyas experiencias pueden servir de ayuda para difundir las mejores prácticas de implantación de tecnologías inteligentes en las ciudades.

En junio del año 2010, seis ciudades -Santander, Logroño, Cáceres, Vitoria, Palencia y Burgos- suscribieron el Manifiesto por las Ciudades Inteligentes. Innovación para el progreso, en el que reclamaban una mayor colaboración entre las entidades locales para impulsar la colaboración de las ciudades en la innovación urbana inteligente. La Red de Ciudades Inteligentes responde a esta necesidad de un marco estable de intercambio de experiencias. Nace como un mecanismo para crear estrategias conjuntas de ciudades inteligentes y compartir proyectos, resultados e instrumentos que mejoren la gestión municipal, aplicando las tecnologías de ciudades inteligentes.

Un ejemplo claro de cómo estas tecnologías afectan a la vida de los ciudadanos en Madrid es la integración de los centros de control y las telecomunicaciones de seguridad y emergencia que han permitido que los tiempos medios de intervención estén por debajo de los 8 minutos para Policía y bomberos, y 7 minutos para el SAMUR.