Una de las consecuencias de las pautas de consumo actuales de las sociedades industrializadas, es la generación de enormes cantidades de residuos. Estos desechos, además de generar graves problemas de contaminación en los suelos, el aire o el agua, suponen un despilfarro de valiosos recursos naturales, y la contaminación en los lugares donde se obtienen las materias primas o se fabrican los productos que acaban convertidos en residuos. En los últimos años se ha ido generando una creciente incapacidad para encontrar lugares que permitan el acomodo correcto de los residuos desde un punto de vista ecológico. Esta incapacidad viene determinada tanto por la excesiva cantidad generada, como por su peligrosidad en determinados casos: radiactivos, algunos organoclorados., sanitarios...entre otros. De acuerdo con el ordenamiento de los servicios públicos locales, todos los municipios, por sí o asociados, tienen la obligación de realizar la recogida de residuos. Además, los municipios de más de 5.000 habitantes deberán realizar también el tratamiento de los mismos. Siendo este el mínimo que establece la ley. En los últimos años, se han conseguido grandes avances en el tratamiento de los residuos y en la recuperación de productos para su posterior reciclaje. El incremento en la generación de residuos y el endurecimiento de la legislación impulsa a empresas y administraciones a planificar la gestión de los mismos con objetivos renovados: Intervenir en diversos factores: hábitos de consumo, normativas y tecnologías, para promover un cambio en el concepto que la sociedad tiene de la utilización de los recursos naturales. Desarrollar propuestas y proyectos que permitan consolidar la reducción, el reciclaje y la reutilización de los residuos, demostrando la viabilidad de estas iniciativas y sensibilizando a la ciudadanía. Texto Red Asturias 21