Vitoria-Gasteiz acaba de ser elegida Capital Verde Europea para 2012. La ciudad vasca, que competía con Barcelona, Malmö (Suecia), Nantes (Francia), Nuremberg (Alemania) y Reikiavik (Islandia), se convierte así en la tercera ciudad del continente, después de Estocolmo y Hamburgo, en conseguir este reconocimiento que otorga la Comisión Europea a las urbes que destacan por sus políticas medioambientales y sostenibles. ¿Qué significa ser capital europea? ¿Cómo se consigue este galardón?
La idea de una Capital Verde Europea es relativamente nueva: nació en una cumbre celebrada en Tallin, Estonia, en mayo de 2006, por iniciativa de Jüri Ratas, antiguo alcalde de la ciudad. Dos años después se acordó crear este premio y se eligió a Estocolmo como la primera capital verde de Europa para 2010.
Ayudó
el ambicioso objetivo de la ciudad sueca de ser neutra en carbono para el año
2050 (algo que también se ha propuesto Vitoria), pero, según explicó el propio
jurado entonces, fueron los avances ya realizados los que determinaron su
elección. Actualmente el 95% de los habitantes de Estocolmo vive a menos de
300 metros de zonas verdes, además la capital sueca ha creado un sistema
vanguardista de tasas por congestión que ha reducido el uso del automóvil,
incrementado el empleo del transporte público y reducido las emisiones de CO2
(un 25% desde 1990). Y es que, según la normativa del premio, se tendrán en
cuenta los espacios verdes, los transportes públicos limpios y la creatividad
a la hora de enfrentarse a la gestión de residuos y la contaminación acústica.
“El panel de expertos y el jurado también evaluarán la trayectoria
medioambiental de las ciudades candidatas y su planificación a largo plazo”,
continúa.
En
el caso de Vitoria, que presentará en detalle su
plan medioambiental en
el décimo Congreso Nacional del Medio Ambiente, que se celebra del 22 al 26 de
noviembre en Madrid, el jurado ha considerado clave su plan para reducir el
consumo de agua (a través de sensibilización para un consumo responsable y de
la casi eliminación de pérdidas), el anillo verde que rodea la ciudad (de 500
hectáreas y alrededor de 50 kilómetros de itinerarios para paseantes y
ciclistas)y el plan de movilidad sostenible que ha supuesto cambiar la red. El
Ayuntamiento, por su parte, cree que ha sido clave su trayectoria
medioambiental “que dura ya más de 30 años” y su idea de que el plan sea un
compromiso de futuro. Un futuro en el que, según cuenta su concejala de medio
ambiente, Alba Cañadas, “se extenderá la mancha verde” por toda la ciudad a
través de la geotermia, la inteligencia lumínica, la biomasa, la producción
ecológica de alimentos, etc.
El premio se concede, según explica la Comisión Europea en su página
web, a aquéllas “ciudades europeas que cuenten con un historial acreditado y
consolidado de cumplimiento de las normas medioambientales más exigentes, y
que se hayan comprometido a lograr grandes avances en la protección
medioambiental y el desarrollo sostenible”. Además, la Capital Verde Europea
debería ser un modelo de conducta que inspirara a otras ciudades hacia una
conciencia verde. En ese sentido, durante todo este año la ciudad de Estocolmo
ha realizado diversas actividades y congresos para fomentar la sostenibilidad
en los grandes municipios. En Vitoria, por su parte, pretenden que el 2012 sea
un año para ser un referente pero también para “aprender de otras ciudades que
vengan aquí”, comenta la concejala de medio ambiente de la capital alavesa que
considera que “aplicar políticas medioambientales es aplicar el sentido común”.
Aunque
aún es pronto para hacer un balance de lo que supone para las ciudades
conseguir este reconocimiento ya que la primera ciudad en conseguirlo,
Estocolmo, aún no ha acabado su año como ‘Green Capital’, desde el
Ayuntamiento de Vitoria esperan obtener una inyección económica importante
gracias a la visibilidad que logrará en Europa con el título. Las claves de
ese desarrollo económico se conseguirá a través del turismo o las empresas que
deseen instalarse allí para llevar a cabo proyectos ‘verdes’. Además se cree
que el premio va a poder derivarse en un respaldo económico para proyectos que
están en marcha en la ciudad como el plan de movilidad sostenible o el
desarrollo del anillo verde.
En
el caso de Hamburgo, que el año que viene será ‘Green Capital’, ya hay
estudios del propio consistorio que prevén que su nombramiento incremente la
estancia media de los turistas en la ciudad de ahora en adelante. Su propuesta
es vender su alta calidad del aire, el hecho de que todos los ciudadanos
tengan transporte público a menos de 300 metros de sus hogares y su objetivo
de reducir las emisiones de CO2 un 40% para el 2020.