La acumulación de células senescentes desempeña un papel importante en la patogénesis del cáncer y otras enfermedades. Sin embargo, los fármacos senolíticos (dirigidos a la eliminación de las células senescentes) presentan importantes toxicidades que limitan sus ventajas terapéuticas.
Ahora, en este contexto, una nueva investigación internacional en la que han participado investigadores pertenecientes la Universitat Politècnica de València (UPV), el CIBER-BBN y el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF), en colaboración con la Universidad de Cambridge, acaba de probar la eficacia de un nuevo fármaco conjugado, Nav-Gal, que permite eliminar las células senescentes de manera selectiva, minimizando el efecto en células sanas y, de este modo, reduciendo la toxicidad de esta terapia.
El uso de este fármaco, en combinación con quimioterapia, podría confirmarse como una estrategia prometedora en el tratamiento del cáncer. Los prometedores resultados de esta investigación se han publicado en la revista Aging Cell.
La senescencia es una respuesta al daño y el estrés en la célula que se caracteriza por la detención del ciclo celular. Al envejecer, la célula deja de dividirse de manera permanente, previniendo la propagación de células dañadas o disfuncionales, pero con el tiempo, grandes cantidades de células senescentes se acumulan en los tejidos, contribuyendo a la aparición y progresión de múltiples patologías como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la fibrosis pulmonar, trastornos neurológicos o cáncer, entre otras.
Además, en el caso del cáncer, muchas quimioterapias promueven la senescencia celular, y la acumulación de células senescentes fomentada por los tratamientos se ha relacionado con un impulso de la tumorigénesis, asociándose a metástasis y la reaparición del tumor en distintos tipos de carcinomas. Por ello, la búsqueda de nuevos fármacos que permitan eliminar las células senescentes inducidas por los tratamientos oncológicos es una cuestión clave para garantizar la total erradicación del tumor y prevenir la reaparición.
En este nuevo estudio, los investigadores pertenecientes al CIBER-BBN, la UPV y el CIPF, en colaboración con investigadores del CRUK de la Universidad de Cambridge, trabajaron en el diseño de un senolítico de segunda generación más específico y menos tóxico. Para ello, se centraron en Navitoclax, un fármaco validado en modelos preclínicos que mostró una alta capacidad de destrucción de las células senescentes, modificándolo con una galactosa acetilada.
El nuevo compuesto, llamado Nav-Gal, dio como resultado un fármaco con actividad senolítica selectiva de amplio alcance, que induce la muerte de las células senescentes al tiempo que preserva la actividad de las células sanas.
“En definitiva, proponemos la conjugación galactosa con ciertos fármacos como una metodología versátil para desarrollar profármacos de segunda generación con alta actividad senolítica y toxicidad reducida”, explica Ramón Martínez Máñez, miembro del Instituto de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológica (IDM) de la UPV, director científico del CIBER-BBN, y uno de los coordinadores del estudio.
Los investigadores probaron este fármaco en combinación con quimioterapia (cisplatino) en células humanas de cáncer de pulmón, demostrando que el tratamiento con cisplatino y Nav-Gal da como resultado la eliminación de células senescentes de cáncer de pulmón y reduce significativamente el crecimiento tumoral.
“Este estudio proporciona evidencia de la potencial aplicación clínica de combinar quimioterapias inductoras de senescencia con senoterapias en cáncer”, comenta Daniel Muñoz Espín, del CRUK Early Detection Programme de la Universidad de Cambridge.
Además, el compuesto Nav-Gal redujo la toxicidad sobre las plaquetas y la trombocitopenia (reducción de la circulación de plaquetas en el torrente sanguíneo) causadas por su fármaco predecesor, el Navitoclax.
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